El 14 de febrero del pasado año de 2020, festividad de san Valentín -¡el día de los enamorados, qué ironía!-, la junta directiva en pleno de la Asociación Cultural “Alonso de Ojeda” de Torrejoncillo del Rey (ACAO) presentaba su dimisión por los continuos desencuentros con el alcalde del municipio -desafortunadamente siendo yo entonces Concejal de Cultura y Deportes; quedando así, no sólo huérfana la Asociación y sin actividad, si no sumida en un páramo la vida cultural del pueblo alcarreño.
La ACAO se constituyó en el año de 2015 y cuenta con cerca de 150 socios, que en un municipio cuyo censo es de 350 habitantes, incluidas sus cinco pedanías que lo conforman, no es un colectivo menor; pero la prueba que la asociación cultural es un gran colectivo hoy “durmiente” del municipio no lo justifican sus asociados frente al censo, lo muestran las numerosas manifestaciones culturales y jornadas desarrolladas durante sus 5 años de andadura, llenas de gran calidad fruto del mucho trabajo y esfuerzo tras las bambalinas, y el poder de convocatoria para todas sus actividades y jornadas que han originado por la respuesta dada de los vecinos con su participación entusiasta, poblando todos los actos programados. Acciones que tanto han contribuido a estimular la vida social de Torrejoncillo del Rey, sus pedanías, y comarca, sin perder de vista la dificultad añadida de ser mantenidas con el mismo ímpetu durante este lustro, frente a esta adversidad institucional.
Basta echar un vistazo a su perfil de Facebook, revisar las hemerotecas de los medios de la provincia, o sondear otras redes sociales, para comprobar la cantidad de actividades desarrolladas, no sólo para generar ocio de asociados, vecinos y curiosos más allá de la mera utilidad o entretenimiento, en campos tan diversos como las competiciones deportivas y actividades en la naturaleza, talleres para niños y adultos, exposiciones, teatralizaciones…; sino principalmente por la recuperación de muchos de nuestros ritos y tradiciones y la dinamización del municipio, mirar suficiente para darnos cuenta de la importancia de la existencia de esta Asociación Cultural, vital ante la crucial situación de despoblación que asola nuestros pueblos.
Actos como la teatralización de la leyenda de la Mora Encantada, al aire libre, en el mágico entorno de la Mina romana de lapis especularis, en la noche de san Juan; las actividades en las festividades de todos los Santos con los circuitos de decoración de balcones y ventanas con las típicas calabazas del Día de los Files Difuntos y la teatralización de “La Casa de Terror”; las variadas exposiciones; concursos de gastronomía popular o el libro viajero de recetas tradicionales; la recuperación del Carnaval o “el árbol de los deseos” al inicio del Adviento, de tanto éxito; el circuito concurso de espantapájaros; talleres para niños, la carrera Navideña solidaria…, en definitiva un numeroso y variado conjunto de actividades culturales que se fueron manteniendo y consolidando en el tiempo, hasta la lamentable disolución de su junta directiva, con la consecuente paralización y pérdida de todo este trabajo y patrimonio cultural conseguido por las cualidades de ACAO.
Este abandono, en un coste difícil de asumir por Torrejoncillo del Rey, no deja de ser una gran pérdida para todos los vecinos del pueblo, y en especial, en mi posición de Concejal de Cultura y Deportes del Ayuntamiento, una difícil situación de sostener, lo que me llevó, entre otros motivos que no viene al caso pero igualmente próximo al desencuentro, a dimitir de este cargo el otoño del pasado año, para poder sobrellevarla mejor.
El secreto de este éxito de la ACAO creo se debe a que esta organización supo ser una expresión de la sociedad civil torrejoncillera, canalizando y organizando esta fuente de valor, que surgió desde abajo y desde la racionalización en su ordenación, y que como digo, su labor ha ido más allá de la mera utilidad y entretenimiento, motivada por una actividad cultural enraizada en este entorno rural, atenta a las costumbres y las tradiciones como razón de ser, pero con una puesta en escena original y muy actual.
En este aniversario querría recordar públicamente la labor impagable y desinteresada que la ACAO ha desarrollado por y para la comunidad de Torrejoncillo del Rey durante sus años de actividad, con el consecuente enriquecimiento de la vida cultural y dinamización del municipio; y que si lo sucedido en aquel devenir de continuos y desafortunados actos de distanciamiento que desgastaron la Asociación hasta la claudicación de su junta directiva que puedan hacer pesar como la sociedad civil puede ser destruida desde arriba, no es menos cierto que ésta, ilusionante, crece tenaz desde abajo, y la semilla sembrada, intangible, en este territorio tan lleno de contrastes como es la Alcarria conquense, espero que pasados estos tiempos de pandemia, dé el fruto merecido con la reanudación de las actividades, ajena a las inclemencias. En esto mi ánimo.
En Torrejoncillo del Rey, a 12 de febrero de 2021
Carlos Cuenca. Concejal del Ayuntamiento de Torrejoncillo del Rey