El primer acto del recién reconocido como Fiesta de Interés Turístico Provincial Festival Ducal de Pastrana ha resultado especialmente emotivo, por el reconocimiento, a título póstumo, de Trevor J. Dadson como Premio Princesa de Éboli.
La presentación de la XIX Edición le correspondió al presidente de la Federación de Asociaciones de Pastrana, Laureano Losada. Losada destacó que, pese a las dificultades derivadas de la pandemia, el evento ha salido adelante, dirigió una mirada al pasado, con motivo de la declaración de Fiesta de Interés Turístico Regional, y tuvo el detalle de recordar a Fernando Romo, director del Festival en varias etapas, recientemente desaparecido.
El alcalde de Pastrana, Luis Fernando Abril, ensalzaba en la presentación del premio Princesa de Éboli, el trabajo de los pastraneros, que ha dado como fruto la recién conseguida declaración. “Veinte años pero diecinueve ediciones. Falta una, que nos trae el recuerdo del episodio trágico que obligó a suspender el Festival del año pasado. El miedo al contagio, la duda, ha condicionado el festival de 2021. Por eso, agradezco, más que nunca, a las asociaciones y a la Federación, su esfuerzo. Lo han dado todo, en el año que el festival se estrena como de Interés Turístico Regional”, señaló. El regidor, además del rigor histórico de las recreaciones, recalcó cómo el evento cumple, con creces, cada requisito: “duración, visibilidad y crecimiento constante de nuestro festival, han conducido a su éxito”.
Y tuvo, el regidor, también emotivas palabras para el nuevo premio princesa de Éboli, a título póstumo, Trevor J. Dadson, a quien calificó como “uno de los más reconocidos hispanistas ingleses, de los últimos años”. Tristemente fallecido en el año 2020, con sólo 72 años, Trevor J. Dadson era un erudito, en el mejor sentido de la palabra, excelente conversador, jovial, encantador, comprometido y enamorado de Pastrana. Por eso, en primer lugar, “nuestro pueblo echa de menos a la persona”, señaló Abril. Pero es que además, su ingente labor de investigación en los archivos estaba fructificando en múltiples e impecables artículos y libros, una vez retirado de su labor docente.
El alcalde de Pastrana recordó que Dadson, junto a Helen Reed, es el autor de la mejor biografía que se haya escrito sobre la princesa de Éboli: ‘La princesa de Eboli, cautiva del rey. Vida de Ana de Mendoza y de la Cerda (1540-1592)’, libro que ambos autores presentaron en Pastrana. Y recordó que el libro “está mucho más cerca de la persona que del mito”. La biografía y el epistolario que le dio origen son, sin duda, referentes para el estudio y conocimiento de la princesa de Éboli, y por lo tanto, de Pastrana.
Recogió el premio, la estatuilla con el rostro de la Ana de Mendoza y de la Cerda, de manos del alcalde de Pastrana, la esposa de Dadson, María de los Ángeles Gimeno. “Trevor estaría muy emocionado e ilusionado por haber recibido este premio. Dedicó muchísimos años a la investigación sobre la Princesa de Éboli y el Conde de Salinas, y siempre que vino, fue muy bien recibido en Pastrana”, señaló. En su homenaje, Javier Gumiel, uno de los directores del Festival, recitó unos versos, precisamente del Conde de Salinas.
Sobre Trevor J. Dadson
Trevor John Dadson (7 de octubre de 1947-28 de enero de 2020) ha sido un historiador e hispanista británico, autor de importantes estudios sobre la poesía del Siglo de Oro y la expulsión de los moriscos. Se licenció en Leeds y se doctoró en la Universidad de Cambridge. Estudió la obra de los importantes poetas del Siglo de Oro, como Lupercio Leonardo y Bartolomé Leonardo de Argensola, el conde de Salinas, hijo de los príncipes de Éboli, y Gabriel Bocángel, autores que también editó, y estudió la poesía española del siglo XX en su conjunto. Publicó además un monumental estudio sobre la expulsión de los moriscos en Villarrubia de los Ojos (Ciudad Real), demostrando uno de los casos efectivos de asimilación e integración social de los mismos, similar al de Pastrana, y de desobediencia civil colectiva en Castilla. Su temprana muerte ha impedido una profundización en este mismo aspecto, en Pastrana.
Trevor J. Dadson amó España desde su extraordinario conocimiento de la literatura e historia. Su dedicación al estudio de la literatura española barroca se acabaría consolidando tras casarse con la aragonesa María de los Ángeles Gimeno, a la que había conocido en la Universidad de Salamanca mientras él ejercía como lector de inglés.
Trevor J. Dadson llegó a Pastrana por primera vez en el año 1982, cuando participó en el primer congreso internacional sobre Santa Teresa y los orígenes de la mística hispánica, celebrado en la villa ducal. Fue entonces cuando empezó a investigar la figura, histórica y literaria del conde de Salinas. En el curso de esta investigación, probablemente la más importante que ha llevado a cabo como hispanista, llega hasta la Princesa de Éboli. Fascinado por la riqueza del personaje, acabaría escribiendo junto a Helen Reed ‘La princesa de Éboli, cautiva del rey. Vida de Ana de Mendoza y de la Cerda (1540-1592)’, una revisión histórica profunda de su figura, basada en la ingente documentación que llegaron a manejar. Su lectura es imprescindible, como imprescindible es también la del epistolario que le dio origen, en el que Reed y Dadson reunieron alrededor de 300 documentos inéditos.
Pero Dadson no solo ha escrito sobre la princesa de Éboli. También ha firmado artículos muy interesantes sobre el III Duque de Pastrana y su biblioteca, sobre Fray Pedro González de Mendoza, el octavo hijo vivo de los príncipes de Éboli y el personaje al que se dedican este año el Festival en el 500 aniversario de su nacimiento, o al Conde de Mélito, puesto que hizo una importante investigación sobre bibliotecas nobiliarias ligada a su trabajo sobre el Conde de Salinas.
Dadson engrosa en 2021 la lista de galardonados con el premio ‘Princesa de Eboli’ que inició Esther Alegre (2013), profesora de Historia de la UNED, principalmente por la publicación de su libro ‘La Villa Ducal de Pastrana’. En la segunda edición (2014), el premio recayó en Ciriaco Morón, pastranero de origen humilde quien, gracias a su poderoso intelecto, se convirtió en catedrático de Teología e Historia de las Ideas, forjándose una dilatada y productiva carrera docente tanto en Europa como en Estados Unidos, donde fue durante largos años profesor en la Universidad de Cornell. En 2015, el galardón lo obtuvo al obispo de la Diócesis de Sigüenza-Guadalajara, Atilano Rodríguez, artífice principal de que hoy probablemente sea el mayor tesoro de la villa ducal, como es el Museo de los Tapices. El 2016 le correspondió a la Orden Franciscana y en particular a la de San Gregorio Magno. El premio ensalzó la conservación y mejora llevadas a cabo por frailes franciscanos menores de San Gregorio Magno en el Convento del Carmen, que ocuparon después de la Desamortización de Mendizábal. En 2017, lo recibió Almudena Arteaga, escritora y descendiente directa de la princesa de Éboli, en 2018 recayó en Camilo José Cela Conde, hijo del Nobel autor del inmortal ‘Viaje a La Alcarria’ y en 2019 a José Antonio Suárez de Puga: poeta, escritor, historiador, cronista y conferenciante, y autor de ‘Dimensión de amor’. Suárez de Puga participó de forma activa en la fundación y organización de numerosas iniciativas culturales, como los versos a medianoche de los que tanto disfrutaron los pastraneros.