El miércoles 25 de septiembre de 2024, una mayoría cualificada de Estados miembros de la UE, a través de sus Representaciones Permanentes en Bruselas, votó a favor de una propuesta clave para reducir la protección del lobo en la UE y cambiar su estatus de «estrictamente protegido» a «protegido». Una mayoría holgada votó favor, con tan solo los votos en contra de Irlanda y España. Por lo tanto, se superó el mínimo de 55% de los Estados miembros de la UE, es decir, el mínimo necesario de 15 de los 27 Estados miembros. Por su parte, Alemania pidió un cambio de estatus exclusivo para los lobos y no para más grandes carnívoros. Esta votación era esencial para que, en el futuro, se pueda modificar la Directiva Hábitats y poner fin a la indefensión que sufren los ganaderos frente a los ataques de esta especie.
Próximos pasos
Aunque los Representantes Permanentes de los Gobiernos nacionales ante la UE hayan aprobado la propuesta, ésta necesita ser formalmente adoptada por el Consejo de Ministros de la UE y probablemente la ratificación se produzca hoy jueves en el Consejo de Competitividad, con el objetivo de acelerar el procedimiento antes del 1 de octubre. En este contexto, el Consejo adopta la posición que la UE defenderá en las negociaciones internacionales relacionadas con el Convenio de Berna (primeros días de diciembre). La votación probablemente se realice por mayoría cualificada, siguiendo las reglas habituales.
La propuesta de cambiar el estatus del lobo en la lista de especies protegidas implicaría modificar el Anexo II del Convenio de Berna (que clasifica al lobo como estrictamente protegido) para moverlo al Anexo III (que lo clasifica como «protegido», pero con más flexibilidad para su control).
Así pues, el Comité Permanente del Convenio de Berna discutirá en diciembre la propuesta presentada por la UE y es posible que se realicen estudios técnicos adicionales o consultas con expertos para evaluar el impacto del cambio en el estatus de protección del lobo. Si hay consenso la propuesta puede ser adoptada. En caso contrario, puede someterse a votación. Esto se estima que ocurrirá en enero de 2025
Si el Comité Permanente aprueba la modificación del estatus de protección del lobo, la Directiva de Hábitats (que protege al lobo en la UE), podría requerir ajustes para alinearse con el nuevo estatus del lobo en el Convenio de Berna y en el caso de los Estados miembros, estos podrían implementar políticas de gestión más flexibles. Aunque seguirá siendo una especie protegida, los países tendrían más margen de maniobra para gestionar situaciones específicas (por ejemplo, control de la población o protección del ganado).
En algunos casos, los Estados miembros ya tienen sus propias normativas nacionales para la gestión del lobo, por lo que la implementación del cambio puede depender de las circunstancias locales, como la densidad de población de lobos o los conflictos con actividades humanas.
Por último, los Estados miembros deben mantener un monitoreo continuo de las especies protegidas, incluido el lobo, a través de informes sobre el estado de conservación del lobo, su manejo y los posibles impactos de las nuevas políticas.
“Teresa Ribera no ha recibido a los ganaderos y agricultores en seis años”
El presidente nacional de ASAJA, Pedro Barato, ha reaccionado a la noticia con alivio tras conocer que “la mayoría de Estados miembros no pondrán ningún impedimento al cambio de estatus de protección del lobo”.
Asimismo, ha insistido en que “ahora más que nunca, es necesario el diálogo con el MITECO y Teresa Ribera -que no ha recibido a los ganaderos y agricultores en seis años que lleva como ministra del Gobierno de España- para que busquemos una solución consensuada”. Por último, Barato ha indicado que “desde ASAJA mantendremos un seguimiento exhaustivo de la metodología y los informes de gestión del lobo que presente el Gobierno de España, al mismo tiempo que ofreceremos todos los datos a nuestro alcance sobre la situación que viven los ganaderos españoles cada semana”.
Ataques en Guadalajara y petición de APAG y ASAJA CLM
ASAJA Castilla-La Mancha había pedido al Gobierno de España en un comunicado de prensa que demostrar en esta votación el apoyo a los ganaderos, exigiendo al Gobierno español que votara a favor de dicha propuesta para cambiar el estatus del lobo.
El presidente de ASAJA CLM, José María Fresneda, ha subrayado que “es en este tipo de decisiones donde los Gobiernos demuestran de qué lado están”. En este sentido, ha recordado que la población del lobo se había recuperado en los últimos años sin haber estado incluido en ningún catálogo de amenaza o peligro de la especie. “Al contrario, a la vista de los censos de los últimos años en nuestro país, la ganadería extensiva necesita con mucha más urgencia una protección especial para poder sobrevivir”.
Precisamente este pasado fin de semana, en Robledo de Corpes, en la Sierra Norte de Guadalajara, un ataque provocaba 15 ovejas muertas, la mayoría a punto de parir. El vicepresidente de ASAJA CLM y presidente de APAG-Guadalajara, Juan José Laso, explicaba que “esta explotación ganadera ya ha sufrido ataques en reiteradas ocasiones”. Por ello, ha subrayado que “el lobo tendrá que tener una limitación en número en la Sierra Norte, no puede haber tantas manadas. El ganadero no está para dar de comer al lobo, está para vivir y trabajar”.
Para la organización agraria, “la convivencia armónica del lobo y el ganado está a años luz de la realidad. No puede decidirse la protección del lobo desde un despacho sin hacer partícipes y compensar a los ganaderos que sufren las consecuencias”.
Al respecto, han señalado que “resulta incomprensible que, por un lado, se esté intentando fomentar la ganadería extensiva por su contribución demostrada a la mitigación y adaptación al cambio climático, a la fijación de población y empleo en el medio rural, etc. y, por otro lado, se desprecie a los ganaderos con decisiones de despacho que afectan a su supervivencia en muchas provincias españolas”.
El presidente de APAG ha insistido en que “no podemos estar en un eterno conflicto con el lobo siempre. Hay que pararlo con ayudas preventivas y con indemnizaciones reales”, ha pedido el presidente de la organización. “A pesar de la línea de ayudas para implantar medidas de protección como los mastines o los vallados eléctricos, al final, de una u otra manera, el lobo termina matando al ganado”.
Además, la indemnización no alcanza para cubrir los daños reales porque no contabiliza otras consecuencias y gastos veterinarios que provoca en los animales que sobreviven al ataque, ni tiene en cuenta los corderos que estaban por nacer.
Por eso, la organización agraria plantea que, si verdaderamente se quiere facilitar la coexistencia entre la ganadería y la conservación del lobo, es necesario que se apoye al sector ganadero y se pongan en marcha medidas efectivas. Entre ellas, ha señalado nuevas herramientas para reducir los daños del lobo, la gestión cinegética como actividad vital para controlar las poblaciones y mecanismos compensatorios suficientes para paliar los daños una vez ocasionados.