La organización sin ánimo de lucro CDP (anteriormente conocida como “Carbon Disclosure Project”) ha vuelto a clasificar a BASF como una de las compañías líderes del mundo por su gestión del agua y sus medidas de protección del clima. BASF ha obtenido la máxima calificación de “A” en la lista de “seguridad del agua de CDP”. En la lista climática de CDP, BASF ha obtenido la calificación “A-“. Por sus esfuerzos para proteger los bosques, CDP ha incluido a BASF por primera vez en la clasificación y le ha otorgado la calificación “A-“. Estas calificaciones evalúan la gestión medioambiental de BASF y la transparencia de sus informes.
BASF está introduciendo una gestión sostenible del agua en todos los centros de producción pertinentes, entre los que se encuentran los principales centros Verbund y los centros en zonas de estrés hídrico. Las zonas de estrés hídrico se definen como regiones en las que más del 40 % del agua disponible es utilizada por la industria, los hogares y la agricultura. BASF considera los aspectos cuantitativos, cualitativos y sociales del uso del agua. La compañía quiere determinar en cuál de sus propios centros puede mejorar y aumentar continuamente la eficiencia en el uso de los recursos hídricos, especialmente en las zonas de estrés hídrico.
Para alcanzar el objetivo climático de la compañía de un crecimiento neutro en CO2 para 2030, BASF está optimizando continuamente los procesos existentes, utilizando cada vez actividades en un ambicioso programa de gestión del carbono.
Por primera vez, BASF ha participado en la evaluación “Bosques” de CDP y ha facilitado a la organización información detallada sobre su cadena de valor de la palma y el impacto de las actividades de BASF en los ecosistemas y hábitats. BASF es consciente de la importancia de la protección de los bosques para el bienestar del medio ambiente y la sociedad. Como agente en diversas cadenas de valor, BASF se ha comprometido a poner fin a la deforestación en esas cadenas de suministro. Una de las medidas de BASF para proteger los bosques es su compromiso voluntario con el aceite de palma: BASF se ha comprometido a que el 100 % de su aceite (de nuez) de palma provenga de fuentes sostenibles certificadas para el año 2020. Desde 2016, BASF lleva informando regularmente en su Informe de Progreso sobre el Aceite de Palma (Palm Progress Report) acerca del progreso y la cooperación a lo largo de la cadena de valor para promover una cadena de suministro sostenible de los derivados del aceite.
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