Con motivo del Día Internacional de los Trabajadores y la festividad de San José Obrero, la iniciativa Iglesia por el Trabajo Decente (ITD), a la que se suma Cáritas Diocesana Sigüenza-Guadalajara, denuncia las crecientes dificultades que enfrentan las personas jóvenes para acceder a un trabajo decente y a una vida en condiciones dignas. La hiperformación, el inicio tardío en el empleo, los salarios insuficientes y la precariedad además de lastrar su futuro, afecta profundamente su salud mental y emocional.
Desde Cáritas Diocesana Sigüenza-Guadalajara se han impulsado una serie de actividades para poner el foco de atención en esta realidad y sensibilizar a la población al respecto.
Así, el lunes 28, Día de la Seguridad y Salud en el Trabajo, habrá una vigilia de Oración en la Parroquia Santa Cruz, de Azuqueca de Henares, a las 10:45 horas. El jueves 1 de mayo, San José Obrero, se celebrará una eucaristía en la concatedral de Santa María a las 11 horas. Por último, el martes 13 de mayo, el Círculo del Silencio organizado por varias entidades sociales de Guadalajara versará sobre el trabajo en el Mundo Rural. Será a las 11 horas en la plaza de Santo Domingo de Guadalajara.
Realidad actual
Las personas jóvenes viven un contexto social muy distinto al de generaciones pasadas. Empiezan a trabajar más tarde debido a las exigencias de un mercado laboral, que demanda una cualificación cada vez más elevada y mayor experiencia previa. A ello, se suman los prejuicios sociales que encasilla a los jóvenes como una generación inconstante, poco comprometida e irresponsable.
Cuando finalmente consiguen entrar en el mercado laboral, las nuevas generaciones se encuentran con que en muchos casos el trabajo ya no es garantía de autonomía o independencia. Una persona joven tiene que destinar hoy el 102,3% de su salario para poder alquilar una vivienda en solitario, según el Observatorio de Emancipación de la Juventud de España 2025.
La precariedad no puede ser la norma
En su manifiesto, titulado “Trabajo decente, derecho, no privilegio”, ITD denuncia que el modelo laboral actual ha normalizado la inestabilidad y la precariedad, erosionando la esperanza de las personas jóvenes. “Cuando no sabes si mañana vas a poder dar de comer a tus hijos, o si lo que estás estudiando te permitirá tener un trabajo digno, es fácil caer en el desánimo”, recoge el manifiesto citando la Bula con la que el Papa Francisco convocó el Jubileo de la Esperanza.
Ante esta realidad, ITD exige a las instituciones públicas y a la sociedad en su conjunto una escucha real a las demandas de la juventud, que pasa por garantizar trabajos estables y con derechos; facilitar el acceso a la vivienda y promover políticas que aseguren una estabilidad vital y emocional.
“El trabajo debe volver a ser un camino hacia la realización personal y la dignidad”, recordaba el Papa Francisco en la encíclica Laudato Si. Este 1 de mayo, Iglesia por el Trabajo Decente invita a alzar la voz por una juventud que merece un futuro con justicia, dignidad y oportunidades reales.