La alcaldesa de Guadalajara, Ana Guarinos, ha participado esta mañana el acto de inauguración del nuevo Centro de Acogida “Belén”, impulsado por Cáritas Diocesana, un espacio que nace con la vocación de ofrecer no solo alojamiento, sino también acompañamiento integral a personas y familias en situación de vulnerabilidad.
Junto al presidente de Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page; el presidente de la Diputación, José Luis Vega; el obispo de la Diócesis de Sigüenza-Guadalajara, Julián Ruiz Martorell y la directora de Cáritas en Guadalajara, María José Bustos, la alcaldesa ha descubierto la placa inaugural del nuevo centro, ubicado en las instalaciones del antiguo albergue Betania, y visitado las instalaciones que cuentan con seis viviendas independientes y capacidad para 35 personas.
“Hoy no solo inauguramos un edificio. Hoy abrimos una puerta que da acceso a la dignidad, a la esperanza y a la reconstrucción de vidas que han sido golpeadas por la exclusión y la desigualdad”, ha afirmado Ana Guarinos durante su intervención, poniendo en valor la colaboración institucional y el compromiso social.
“Este centro es el resultado de una convicción profunda: que toda persona merece un hogar, un lugar donde sentirse segura, escuchada y acompañada”, ha subrayado.
La alcaldesa ha agradecido especialmente el trabajo de Cáritas, destacando su “mirada humana” y su capacidad de “estar siempre donde más se necesita”. También ha recordado el apoyo del Ayuntamiento de Guadalajara a lo largo de los años, tanto en el mantenimiento del anterior albergue, como en la principal financiación de este nuevo proyecto.
“El Centro Belén representa una respuesta concreta a una realidad que no podemos ignorar: en Castilla-La Mancha más de mil niños carecen de una vivienda habitual. Detrás de cada cifra, hay un rostro, una historia, una familia que necesita ser vista y escuchada”, ha señalado.
Durante el acto, se ha dado también la bienvenida a la Casa Familia Santa Clara, de la Asociación Papa Juan XXIII, que convivirá en el centro compartiendo vida y esperanza con las familias acogidas.
“Un hogar no es solo un techo: es un espacio donde uno se siente protegido, valorado y acompañado. Hoy, ese fuego simbólico se enciende aquí, en el Centro Belén, para dar calor humano a quienes más lo necesitan”, ha concluido la alcaldesa.