Me gustaría recordar que hoy, 25 de noviembre, expresamos rotundamente aquello que defendemos también los otros 364 días del año: Nuestro compromiso total con la eliminación de la violencia contra las mujeres.
Y con esa misma firmeza expresamos hoy nuestra repulsa sin reservas contra la violencia ejercida contra ellas; ya sea física o de cualquier otra índole. Quiero recordar también que mi formación política, el partido Popular, ha sido pionero y claro exponente de la lucha contra esta lacra, más allá de los intentos de la izquierda por arrogarse.
Nuestro compromiso en la lucha contra la Violencia contra la Mujer ha tomado forma de medidas serias y eficaces siempre que hemos gobernado. Ya en el año 1998, con José María Aznar como presidente, se aprobó el I Plan de Acción contra la Violencia Doméstica (1998-2000). Incluía 57 medidas, entonces novedosas, destinadas a la prevención, sensibilización, educación, formación, apoyo social a las víctimas, protección sanitaria, legislación, práctica jurídica e investigación.
De este primer plan estatal podríamos destacar medidas como el alejamiento del agresor, la tipificación como delito de la violencia psíquica, formación a policías y juzgados, el incremento de las unidades de atención a las mujeres, el apoyo a las víctimas y la adecuación de las penas para que no redundaran en perjuicio de la víctima.
En el año 2001, también fue un Gobierno del PP quien aprobó el II Plan de Acción contra la violencia doméstica (2001-2004), que añadía medidas inmediatas de protección por parte de los juzgados de guardia o la concentración en un solo tribunal de la causa instruida. En 2002 se creó el Observatorio contra la Violencia Doméstica, para el seguimiento y análisis de las resoluciones judiciales sobre este tipo de violencia. En 2003 se puso en marcha la orden de protección, que es un mecanismo ideado para dar protección jurídica y policial a las víctimas, así como asistencia social y económica. Además, manifestamos nuestro apoyo a la Ley Integral contra la Violencia de género de 2004 y ratificamos el Convenio de Estambul en 2014. E impulsamos distintas modificaciones legislativas, como la realizada en 2015 para incluir a los menores como víctimas de esta violencia.
Uno de los hitos más importantes en este ámbito se produjo en diciembre de 2017, con Mariano Rajoy como presidente, momento en el que los distintos Grupos Parlamentarios del Congreso de los Diputados, las Comunidades Autónomas y las Entidades Locales representadas en la Federación Española de Municipios y Provincias, ratificaron el Pacto de Estado contra la Violencia de Género.
Puede afirmarse sin ambages que en España los avances en materia de igualdad y de lucha contra la violencia de género han sido muchos y se han producido de forma continuada, y en la mayor parte de las ocasiones con el consenso como base.
Jamás pudimos pensar que pudiese producirse retroceso alguno, aunque, sin embargo, este 25 de noviembre viene, por desgracia, marcado por los indeseables efectos producidos por la aprobación de la Ley Orgánica 10/2022 de 6 de septiembre de Garantía Integral de la libertad sexual, más conocida como la “Ley del sólo sí es sí”, que sin duda ha supuesto el mayor el retroceso de nuestra democracia en términos de igualdad y seguridad para las mujeres.
No podemos guardar silencio ni podemos firmar declaraciones conjuntas con quien pretende que nuestra sociedad olvide este enorme error legislativo que firmaron el PSOE y sus socios de Gobierno. No podemos olvidar que, el principal responsable político de esta tierra sabía lo que esa ley iba a acarrear y no hizo nada por remediarlo, más allá de mandar una carta a la ministra.
Nosotros hemos denunciado desde el principio los nefastos efectos de la entrada en vigor de la Ley del Sí es Sí porque hoy, con esa norma, vemos con terror e indignación como los agresores se benefician y las víctimas son perjudicadas. Las últimas cifras hablan de más de 1.200 rebajas de penas y 121 excarcelados.
Y vemos con estupor como la actitud del PSOE, intentando silenciar este asunto, denota en ellos que prevalece la estabilidad del gobierno sobre el sufrimiento de las víctimas. Igual que pasa con la amnistía o los acuerdos firmados con los independentistas.
Nosotros estamos y estaremos siempre al lado de los cientos de mujeres víctimas de violencia de género, que han asistido indignadas a la excarcelación o a la rebaja de penas de quienes cumplían condena por haberlas agredido sexualmente. Y con todas las fallecidas por violencia de género, porque hay que recordar que las mujeres asesinadas en 2023 ya superan a las de los tres años anteriores, lo que indica que algo está fallando en materia de prevención y protección. 52 mujeres en los primeros 10 meses.
Por tanto, quiero manifestar que nuestro compromiso es claro: tolerancia cero con la violencia contra la mujer, pero también con las leyes que la permiten. Y no podemos estar de acuerdo con quienes se llenan la boca de hablar de tolerancia cero, pero son autores de una Ley que rebaja la pena de los agresores.
Quiero reiterar finalmente que nosotros, desde el PP, respaldamos, valoramos y rendimos merecido tributo a todos los profesionales, asociaciones, colectivos y personas, que cada día se entregan en la ayuda a las mujeres que sufren violencia de género sin otro afán que hacer el bien. Huyendo de sectarismos y dogmatismos apriorísticos, que no hacen sino dividir a una sociedad en el logro de un objetivo imprescindible.
Y vuelvo a reclamar que es urgente y más necesario que nunca aunar todos los esfuerzos para seguir avanzando en igualdad, combatiendo con todos los medios a nuestro alcance, la violencia de género.
Opinión de Paco Núñez. Presidente del Partido Popular de Castilla-La Mancha