El Gobierno de Castilla-La Mancha, a través de la Consejería de Agricultura, Agua y Desarrollo Rural, y la Academia de Gastronomía de Castilla-La Mancha, han reforzado hoy su compromiso para impulsar los productos del campo, los que nacen del trabajo de los agricultores y ganaderos, a través de la restauración.
El consejero de Agricultura, Agua y Desarrollo Rural, Francisco Martínez Arroyo, y el presidente de la Academia de Gastronomía, José María San Román, han suscrito hoy el convenio para la realización de la segunda edición de los Broches Gastronómicos en el Medio Rural, una iniciativa con la que se pretende impulsar el desarrollo rural y hacer frente al reto demográfico a través de la alimentación y el trabajo de los restauradores en municipios de menos de 3.000 habitantes.
Martínez Arroyo se ha referido esta mañana a la importancia de este convenio, que da continuidad a los trabajos con la Academia y refuerza el compromiso de las dos instituciones en este ámbito. Y es que, ha dicho, “sin la gastronomía no hay forma de valorizar los productos del campo y de los agricultores y ganaderos, que al final acaban en una mesa”, por lo que ha agradecido iniciativas como ésta desde la que se defiende el producto de cercanía y se cuida a los restaurantes de los pueblos más pequeños, esos que no aparecen en las grandes guías de restauración.
El año pasado, estos galardones se entregaron en Oropesa y para esta edición será la academia la que, una vez finalice el plazo de presentación de las solicitudes y se determine los premiados, elegirá un municipio diferente para su entrega, previsiblemente en el último trimestre del año.
En esta segunda edición se hará entrega de diez broches, dos por provincia, frente a los 25 de la edición pasada, que reconocerán la labor de los restauradores, que “están comprometidos con su pueblo y dan valor a los productos del campo”.
El consejero ha resaltado que siempre es necesario trabajar con la gastronomía y ha destacado la importancia del papel de los restauradores y cocineros, porque a través de ellos, “llegamos a más gente dando el mayor valor a nuestros productos”.
Así, se ha referido a la importancia de este eslabón de la cadena alimentaria, porque “todos los productos que parten del campo acaban en la mesa y ese recorrido del campo a la mesa, es la gastronomía”.
De esta forma, ha recordado el trabajo que se está haciendo en alimentos como el vino, a través de la Fundación Tierra de Viñedos, donde, con la restauración, se va a trabajar para que se ofrezca vino de la tierra en los restaurantes de las cinco capitales de provincia, así como las ciudades de Puertollano y Talavera de la Reina.
Y es que, ha proseguido, “trasladando vino de Castilla-La Mancha a los restaurantes de las ciudades más grandes, trasladamos el mensaje que queremos dar del campo y del alma de Castilla-La Mancha, que es nuestra esencia” y tras el cual, está el compromiso de 130.000 agricultores y ganaderos, y “productos únicos imposibles de elaborar en otras partes del mundo”, como el queso manchego o la berenjena de Almagro, y que se hacen realidad en una mesa, en un restaurante o en un domicilio, llegando a la gente con marcas de “calidad extraordinarias”.
