La Comisión de Transición Ecológica da luz verde a una moción del Grupo Parlamentario Popular para que se prorrogue la vida útil de la central de Trillo, en conformidad con la normativa europea y en coordinación con el Consejo de Seguridad Nuclear.
Igualmente, la iniciativa de los populares, que ha sido rechazada por el PSOE, solicita al Gobierno, a revisar de manera responsable y dialogada el Plan Nacional Integrado de Energía y Clima, el Plan General de Residuos Radiactivos y el protocolo de cierre de las centrales, contando con la participación de las empresas titulares.
Así lo ha defendido el senador Lucas Castillo en la Comisión de Transición Ecológica, en donde recalca que “no se trata de renunciar a la transición ecológica, sino de hacerla con cabeza, con criterio y sin dejar atrás a los territorios”.
El dirigente del PP por Guadalajara explica que la central nuclear de Trillo generó en 2024 el 3% de la demanda eléctrica de todo el país, el equivalente al consumo de más de 2 millones de hogares; al tiempo que defiende que “es una es una de las más seguras de Europa -tal y como lo avala la Asociación Mundial de Operadores Nucleares- y es un motor de desarrollo para la provincia”.
“Son más de 700 empleos directos y cerca de 2.000 indirectos dependen de su funcionamiento. Su cierre supondría una pérdida devastadora para el tejido económico provincial”, añade.
En este sentido, el senador por Guadalajara hace un llamamiento al resto de senadores para que prevalezca “el sentido común energético y la responsabilidad que tenemos con nuestros territorios”.
PREVALECE EL SECTARISMO EN VEZ DE LA CIENCIA Y LA SEGURIDAD
Sobre la petición de su Grupo para que el Ejecutivo revise el Plan Nacional Integrado de Energía y Clima, el Plan General de Residuos Radiactivos y el protocolo de cierre de las centrales, Castillo advierte que “el calendario de cierre no responde ni al contexto actual, ni a los desafíos que tenemos por delante”.
“La política energética del Gobierno socialista es el mayor acto de hipocresía institucional de nuestra historia reciente”, denuncia, al tiempo que recuerda que “mientras aquí cierran nucleares por sectarismo ideológico, en Bruselas su exministra Teresa Ribera, hoy comisaria europea, las defiende como parte fundamental del futuro energético de Europa”.
“¿En qué quedamos? ¿La energía nuclear es buena cuando se habla en inglés y mala cuando se habla en castellano? ¿Vale para Alemania y Francia, pero no para Trillo y para el resto de España?”, se pregunta.
A su parecer, “los españoles pagan la incoherencia y el puro sectarismo del Gobierno”, ya que Sánchez se empeña en “construir un sistema basado en dogmas y ocurrencias, en vez de en datos, ciencia y seguridad”.
“El PP apuesta por el mix energético, esto va de garantizar el suministro, precios razonables y futuro para las próximas generaciones. Esa falsa dicotomía entre lo verde y lo nuclear es infantil y peligrosa”.
“La pregunta no es si podemos permitirnos mantener las centrales nucleares. La pregunta es si podemos permitirnos prescindir de ellas. Y la respuesta, señorías, es rotunda: no”, concluye Lucas Castillo.