El pasado mes de julio los profesores de la UAH, Manuel Alcaraz Castaño y José Javier Alcolea, junto con su equipo de investigación, iniciaron unas excavaciones centradas en seguir recopilando nuevos datos sobre el contexto material de los grupos humanos responsables de la decoración paleolítica de la cueva situado en el valle del Linares. Tras una serie de intervenciones en estos dos últimos meses, el equipo técnico ha finalizado la temporada de investigación.
Hay que recordar que los investigadores llevan estudiando la gruta desde 2014, y en estas semanas han acabado las catas que vienen realizando desde 2018 a los pies del panel principal del seno A, la zona que recoge las figuras antropomorfas más famosas del monumento. Los objetivos de este año se han centrado en ampliar el área de excavación iniciada en 2019, con la intención fundamental de localizar más datos arqueológicos que permitan caracterizar las nuevas evidencias de ocupación humana identificadas el año pasado, y que podrían corresponderse con la época en la que se realizaron al menos una parte de las decoraciones rupestres de la cavidad. Para ello se han recogido nuevas muestras de maderas carbonizadas que permitan proponer una datación de los niveles arqueológicos localizados Y es que las obtenidas en 2019 no fueron concluyentes en cuanto a la cronología de dichos niveles, por lo que ha sido necesario ampliar el muestreo, alcanzando un número de siete muestras de carbón individualizadas, recogidas en diferentes puntos del área de excavación.
Las muestras están ya en los laboratorios de datación de carbono 14 de las Universidades de Oxford (Reino Unido) y Colonia (Alemania), y se espera que comiencen a arrojar los primeros resultados durante 2021.
Por otro lado, los trabajos de este año también han profundizado en la reconstrucción de los paisajes vegetales que rodearon el entorno de la cavidad durante el Pleistoceno, para lo cual se han recogido numeras muestras de sedimento para realizar análisis de fitolitos. Los fitolitos son restos de plantas mineralizados que en ocasiones se conservan en los sedimentos de los yacimientos, pudiendo permanecer intactos durante cientos de miles de años. Previamente ya se habían recogido este tipo de muestras en la cavidad y se obtuvieron buenos resultados, por lo que se espera que el nuevo muestreo, mucho más ambicioso que los anteriores, arroje datos significativos no solo
sobre los paisajes en los que vivieron los últimos neandertales y los primeros Homo sapiens que habitaron en Los Casares, sino también sobre la gestión de los recursos vegetales por parte de estas sociedades de cazadores-recolectores. En este caso las analíticas se realizarán en la Universidad de Barcelona.
Otra de las novedades de este año es la probable localización de evidencias de ocupación humana durante el Neolítico en las zonas interiores de la cavidad, y concretamente en el Seno B. Así lo indicaría el descubrimiento de cerámicas típicas de esta época en la nueva cata realizada en esta zona de la cueva, cuestión que en todo caso que deberá ser confirmada por las dataciones de carbono 14 de muestras carbonosas recogidas también en esto nuevo nivel.
Por otro lado, en los niveles correspondientes a la ocupación neandertal documentada en el Seno A, que vienen siendo excavados desde 2014, se han recuperado nuevas evidencias arqueológicas, y en concreto tres raederas musterienses realizadas en sílex y cuarcita, que vienen a engrosar el inusitado número de estas herramientas realizadas por neandertales localizado en esta zona de la cavidad.
Finalmente, y aunque en la campaña recientemente finalizada no se ha trabajado de forma específica en la documentación de las grafías rupestres de la cavidad, la localización de nuevas figuras grabadas en el Seno A se sigue produciendo aún sin quererlo, mientras se excava a los pies de sus paneles. Así, el equipo de la Universidad de Alcalá, que se encuentra actualmente preparando una primera publicación científica sobre los nuevos trabajos de documentación gráfica en varios paneles del Seno A, ha documentado este año al menos tres nuevas figuras en el panel principal de esta zona de la cavidad, incluyendo tanto motivos animales como antropomorfos.
Aunque aún queda mucho trabajo por delante, sobre todo en cuanto a la documentación e interpretación del ingente número de grabados y pinturas presente en las paredes de Los Casares, los investigadores de la UAH se encuentran satisfechos y esperanzados con los resultados obtenidos hasta ahora. Estos, y otros que vendrán en el futuro cercano, nos acercan cada vez más a comprender los comportamientos culturales, incluyendo aspectos simbólicos, económicos o tecnológicos, que tanto neandertales como homo sapiens desarrollaron en la cueva de Los Casares y su entorno.
Las investigaciones en Los Casares se llevan a cabo gracias a los medios económicos de los proyectos de investigación ‘MULTIPALEOIBERIA’ (ERC- 2018-STG-805478), financiado por el Consejo Europeo de Investigación de la Comisión Europea, y ‘PALEONTERIOR”, financiado por la Agencia Estatal de Investigación (AEI) y el Fondo Europeo de Desarrollo Regional (FEDER) a través del Ministerio de Ciencia e Innovación. Los trabajos en la cavidad cuentan con la autorización de la Viceconsejería de Cultura y Deportes de la Junta de Castilla – La Mancha y el apoyo incondicional del Ayuntamiento de Riba de Saelices.