El doctor seguntino Javier Sanz acaba de publicar su nuevo libro, con un título que es, intencionadamente, casi un palíndromo: ’50 de más de 70′.
Editado por la Fundación ASISA, no se trata de un libro al uso. En primer lugar, por su origen. Gran lector de periódicos, “en papel, naturalmente”, presume Sanz, también tiene siempre, al lado del café, un lápiz, o un rotulador, con el que escribe sobre una agenda -seguro que regalo de sus hijas- cosas que le sorprenden, le motivan o estimulan intelectualmente.
Leyendo una entrevista con Alicia Alonso, bailarina, de 92 años, apuntó esta frase: “sigo bailando con la mente, y termino muy cansada”. Casualmente, agenda y rotulador andaban por allí, y Javier, polifacético, realizó, además, a continuación, una caricatura. Fue el 22 de septiembre de 2011.
A partir de ese momento, la agenda fue registrando frases y caricaturas de otros maduros con frases interesantes. Todos habían cumplido los setenta, y, finalmente, este fue su requisito de ingreso en el nuevo trabajo de Javier, haciendo bueno, con ello, el viejo refrán castellano de ‘más sabe el diablo por viejo que por diablo’. “Hay que rendirle homenaje a la gente mayor. Da gusto escucharlos, porque hay cosas que sólo se pueden decir desde la sabiduría y desde la experiencia, y cuando el tiempo, cruel con el cuerpo, libera, por el contrario, a la mente de las ataduras del decoro”, señala.
Esta es la pequeña historia de cómo nació este nuevo proyecto de Javier Sanz, en el que recoge citas, como la de Alicia Alonso, cazadas al vuelo en una lectura, y todas ellas fruto de la espontaneidad, más que de la reflexión. El resultado es un libro fresco, diferente. “Cuando el periodista pregunta, y el entrevistado responde rápido frases lapidarias, con agilidad y lucidez, valen el doble”, considera el autor.
Han sido cerca de quince años los empleados para recopilar las citas, y para plasmar, en la otra página, su correspondiente “caricatura, retrato, las dos cosas, o ninguna”, como explica, siempre modesto, el autor en el prólogo, que, en tiempos, firmó alguna exposición en su Sigüenza natal. “Mantengo desde niño la curiosidad por el dibujo, para el que tengo una cierta habilidad. En este caso, y a continuación de escribir la cita sobre la agenda, salían unos garabatos, hechos de manera rápida, con trazo seguido, según leía la entrevista”, añade.
Además del complemento perfecto para la cita, los dibujos son también un homenaje a lo que aporta, “o aportaba”, la caricatura de maestros como Forges, Gallego & Rey, Mingote, Peridis, Sciammarella, Fernando Fresno, Luis Bagaría o Paco Ugalde al periodismo. “Cuanto ganaban las entrevistas, con la caricatura del personaje”, reflexiona Sanz.
Una vez que estuvo listo, Javier Sanz contactó con la Fundación ASISA, que mostró desde el inicio su total predisposición para publicarlo. “Es un libro amable, que puedes abrir por donde quieras, o leerlo de un tirón”, afirma el autor.
Al final son 55 las citas, sin relación alguna entre ellas o sus firmantes, de un libro que se lee en media hora, pero que deja poso, como los buenos, para toda la vida.
No podía faltar, naturalmente, la frase de un seguntino, el escritor y editor Pepe Esteban. En su cita discrepa de Caballero Bonald cuando decía, “somos el tiempo que nos queda”. Según Esteban, “somos la memoria que nos queda”.
Nacido en Sigüenza, en 1957, Javier Sanz Serrulla es académico de número de la Real Academia Nacional de la Medicina de España, ocupando el sillón número 24, de Historia de la Medicina. También dibuja, pero menos de lo que quisiera. Y es autor de más de 40 libros, muchos de ellos, referentes sobre la historia de Sigüenza.