La profesora de Física y Matemáticas de la UAH, la guadalajareña Sonia Pérez Díaz, ha recibido por parte de la Chinese Academy of Sciences el reconocimiento internacional ‘Award for International Scientific Cooperation’. Este premio anual solo se otorga a destacados científicos extranjeros que han conseguido logros sobresalientes en la investigación científica de las Ciencias, resolviendo problemas de gran relevancia y sentando bases innovadoras, cuyos resultados han sido reconocidos por investigadores de alto prestigio internacional. Además, es la primera vez que este premio ha sido otorgado a una mujer del área de matemáticas.
– Primeramente, nos gustaría felicitarle por este reconocimiento, ¿qué significa para usted recibir este galardón?
Siento una satisfacción personal muy gratificante porque corresponde a un trabajo duro de muchos años que ha supuesto grandes sacrificios a nivel personal. El recibir este premio hace sentir que todo eso ha merecido la pena y proporciona más ganas, más ilusión, aun si cabe, para continuar. Es cierto eso de que al final, todo tiene su recompensa.
– ¿Por qué investigación ha recibido este premio?
Este reconocimiento tiene en gran consideración la investigación que he desarrollado en los últimos años con colegas de la University of Chinese Academy of Sciences (Pekin), entre los que destaca el Prof. Liyong Shen. Esa investigación ha abordado cuestiones muy variadas pero enmarcadas en el estudio de problemas en la geometría algebraica y en concreto en la manipulación de curvas y superficies algebraicas.
Sin embargo, no podría haber llegado a este punto sin esos años previos de continuo aprendizaje en el que uno aprende a investigar, aprende a visualizar los problemas interesantes que se pueden abordar y a intuir la solución. Por ello, para mí, en realidad este reconocimiento es para toda mi carrera, que inicié en la Universidad de Alcalá nada más licenciarme en el 1998, y toda la investigación realizada desde entonces.
Es por ello, que he de decir, que este premio no es sólo mío. Considero importante, importantísimo, esencial, a mi maestro, mi amigo, mi colega y mi padre científico, J. Rafael Sendra. A él le debo lo que soy en este sentido y aprovecho para agradecerle que me haya hecho amar mi trabajo, mi docencia, y mi investigación, como él lo hace.
– ¿Qué proyectos tiene ahora en marcha?
– ¿Qué mensaje podría trasladar a las jóvenes matemáticas?De nuevo, hablo un poco más en general, y me dirijo a todos los jóvenes matemáticos y matemáticas o aquellos que estén estudiando este grado o pensando en estudiarlo. Las matemáticas son un mundo fascinante. Puede resultar duro, pero son enriquecedoras. Si, adicionalmente, ese futuro matemático o matemática decide dedicarse a la investigación y a la docencia mi mensaje es claro: no será fácil, los esfuerzos y las renuncias a nivel personal van a ser incontables, pero la recompensa merece la pena. Todo tiene su fruto, aunque se haga esperar.Es cierto que, si uno cuenta con el apoyo incondicional de su familia, mis padres en mi caso, de sus amigos y de aquellos que van apareciendo por el camino y que creen en ti, todo es más fácil de llevar.