La Unidad de Ictus del Hospital Universitario de Guadalajara, dependiente del Servicio de Salud de Castilla-La Mancha (SESCAM), ha cumplido su primer año de funcionamiento. En este tiempo ha atendido a 310 pacientes y ha demostrado su eficacia y eficiencia al mejorar la supervivencia y el pronóstico de los pacientes con ictus.
Así lo ha destacado esta semana la directora gerente del Área Integrada de Guadalajara, Elena Martín, durante un evento informativo organizado por Nueva Alcarria en torno al ictus y el daño cerebral, dentro de su ciclo En Clave de Salud.
Con la creación de esta Unidad, Guadalajara ha pasado a ser un área sanitaria pionera dentro del servicio público de salud al atender íntegramente el proceso de atención al paciente con este tipo de daño cerebral, desde los primeros momentos hasta el inicio de la rehabilitación multidisciplinar que ofrece el Instituto de Enfermedades Neurológicas de Castilla-La Mancha (IEN) a los pacientes que por su situación pueden beneficiarse de este tipo de terapia.
Como ha incidido Elena Martín, el hecho de que un solo paciente sobreviva a un ictus o lo haga con las menores secuelas posibles ya merece cualquier esfuerzo, “pero hablamos nada menos que de más de 300 personas, en toda su dimensión, con sus familias y con su vida, que gracias a esta unidad, a la continuidad asistencial y a una atención integral van a poder vivir con menos discapacidad y el mejor retorno posible a su vida social, laboral y familiar”.
En palabras del jefe de Neurología del Área Integrada de Guadalajara, el doctor Antonio Yusta, los pacientes con ictus atendidos en una Unidad de este tipo tienen más posibilidades de supervivencia y mayor independencia funcional. “La vigilancia y atención constante que se da en una unidad de este tipo a cargo de profesionales especializados está permitiendo reducir tiempos de ingreso hospitalario y también reducir ingresos en una unidad neurorrehabilitadora como es en Guadalajara el IEN”, señala. Esto es posible gracias a que los pacientes que superan un ictus lo hacen “con menos secuelas o apenas secuelas, y menos discapacidad”.
Reconocimiento internacional
La Unidad de Ictus de Guadalajara tiene cuatro camas y está coordinada por un neurólogo. El paciente que sufre un ictus es atendido inicialmente en Urgencias y en su Unidad de Vigilancia Avanzada. De ahí pasa a la Unidad de Ictus o a un centro de referencia si precisa cirugía.
Los pacientes permanecen en la Unidad de Ictus durante un periodo que oscila entre las 24 y las 72 horas antes de pasar a hospitalización convencional. En este tiempo son monitorizados de forma constante por personal especializado que vigila su nivel de tensión arterial, saturación, vigilancia del sangrado, nivel de consciencia o disfagia.
Por otra parte, a lo largo de este tiempo la Unidad ha realizado alrededor de 90 trombolisis a pacientes con infarto cerebral. Este procedimiento disuelve los coágulos intravasculares peligrosos para prevenir el daño isquémico al mejorar el flujo sanguíneo, lo que mejora el pronóstico de los pacientes.
Por todo ello, la Unidad de Ictus de Guadalajara se ha hecho ya con un reconocimiento europeo que avala la calidad asistencial en el abordaje del ictus: ha recibido un premio ESO ANGELS de la European Stroke Organisation en la categoría Oro después de una exigente auditoría que mide la mejora de los pacientes con ictus, la eficiencia o los tiempos medios de ingreso.
Estos premios reconocen la buena gestión de los hospitales que monitorizan y proporcionan datos que ayudan a la investigación e identificación de puntos de mejora.
Prevención y atención inmediata
Por otra parte, en el evento organizado por Nueva Alcarria se ha insistido en el conocimiento de la ciudadanía sobre lo que es un ictus y la importancia de los primeros momentos. Yusta ha aseverado que “el tiempo es cerebro” y ha insistido en la necesidad de saber detectar un ictus y actuar para una atención precoz y un traslado rápido al hospital.
En este apartado, ha contado con la participación de Joaquín Hernández, coordinador de la Gerencia de Urgencias, Emergencias y Transporte Sanitario en Guadalajara (GUETS), y también se ha dedicado un espacio al entorno laboral y las empresas para la prevención, la atención al trabajador que sufre un ictus y su reincorporación laboral.
Ha participado igualmente la jefa de Rehabilitación de la GAI de Guadalajara, Lourdes Gil, para exponer el tratamiento neurorrehabilitador que se ofrece a determinados pacientes con daño cerebral, así como la presidenta de ADACE Castilla-La Mancha, Ana Cabellos, y el presidente de la Fundación Freno al Ictus, Julio Agredano, en un acto que ha contado con la presencia del delegado de la Junta, José Luis Escudero, y la delegada de Sanidad, Pilar Cuevas, entre otros.