Los vecinos de Gárgoles de Abajo, pedanía de Cifuentes, denuncian que desde hace más de un mes se está saqueando su depósito de agua potable, para destinarlo a la construcción de la planta solar fotovoltaica Trillo 2. Esta práctica contradice el estudio de impacto ambiental con el que fueron aprobadas por la Consejería de Desarrollo Sostenible, en el que la empresa promotora se comprometía expresamente a no utilizar los recursos hídricos de la zona.
El agua, ya tratada y clorada, está siendo transportada en camiones cisterna a razón de 50 metros cúbicos diarios. Los afectados temen que, a este ritmo de descarga, el agua de sus hogares no haya tenido tiempo para ser debidamente potabilizada, y están empezando a utilizar agua envasada.
Los vecinos fueron informados verbalmente de esta situación por el alcalde pedáneo de Gárgoles de Abajo, Pascual de la Obra, que afirmó que a cambio la empresa constructora arreglará tres kilómetros de caminos. Sin embargo, no han tenido acceso al acuerdo y están recogiendo firmas. No descartan tomar medidas contundentes en contra de esta práctica.
Ecologistas en Acción ha solicitado formalmente a la pedanía de Gárgoles de Abajo dicho acuerdo, por el momento sin respuesta. También se ha dirigido al Ayuntamiento de Cifuentes, que se ha limitado a contestar que es un asunto competencia de la alcaldía pedánea. Asimismo, ha presentado denuncias ante la Consejería de Desarrollo Sostenible y el Ministerio de Transición Ecológica.
El estudio de impacto ambiental, que recibió declaración de impacto ambiental favorable por parte de las autoridades autonómicas en junio de 2023, dice expresamente que “el consumo de agua ocasionado por la planta fotovoltaica será de aporte externo y se realizará mediante depósitos o camiones por empresa autorizada, sin consumir en ningún caso agua procedente de los arroyos o pozos existentes en la zona de implantación”. La planta solar Trillo 2 se está construyendo en los términos municipales de Cifuentes y de Solanillos del Extremo.