El Gobierno de Castilla-La Mancha no va a “cejar en el empeño” de garantizar la calidad de los vinos que se elaboran en la región, porque “en la calidad está la clave del sector vitivinícola”. Un camino ya marcado con la puesta en marcha del Plan de Control de la Trazabilidad del Vino del que “no nos vamos a desviar”, porque “es el correcto”.
Así lo trasladó ayer el consejero de Agricultura, Agua y Desarrollo Rural, Francisco Martínez Arroyo, durante su intervención en el acto institucional de las LXVI Fiestas de la Vendimia y el Vino de Valdepeñas en el nuevo espacio público Bodegas A7, en el que ha participado junto al alcalde Jesús Martín, también presidente del Consejo Regulador de la Denominación de Origen Valdepeñas; la subdelegada del Gobierno en la provincia, María Ángeles Herreros o Ángeles Mora Fragoso, Premio Nacional de Poesía 2016, entre otros, y en el cual se han entregado los reconocimientos y distinciones de este año y se ha realizado la ofrenda del primer mosto a la patrona, la Virgen de la Consolación.
Según ha resaltado, “en medida que seamos capaces de garantizar muy bien a los consumidores que realizamos producto excelente y les aportamos la información necesaria, haremos mejor al sector y más rentable las explotaciones de los viticultores”. Una labor, ha manifestado, que se realiza también con la colaboración también de las Fuerzas y Cuerpos del Estado, destacando y agradeciendo así el trabajo de los agentes de la Guardia Civil.
La DO Valdepeñas, la más garantista
En ese camino por la calidad, ha recordado, se embarcó la Denominación de Origen Valdepeñas, que a día de hoy es la “que más garantiza la trazabilidad del vino y más información da a los consumidores”.
Y es que, esta figura de calidad, una de las nueve denominaciones de vino de Castilla-La Mancha, va cada año aumentando “el compromiso” con los consumidores en esa misma línea. Sus blancos y tintos ya llevan en la tirilla de la contraetiqueta la variedad y la añada en los crianza con la que se han realizado; en un año, ha anunciado, esa información vendrá recogida en los reserva y en dos años, en los gran reserva.
La DO Valdepeñas la conforman actualmente 3.000 viticultores y 24 bodegas con las que el Gobierno de Castilla-La Mancha trabaja “codo con codo” a través de su Consejo Regulador.
Así, en su intervención ha querido agradecer la labor que realizan los enólogos, bodegueros, viticultores y todos los que trabajan en el sector vitivinícola “que dan todo lo que llevan dentro para hacer grande un sector y a Valdepeñas y su comarca”, donde el futuro está íntimamente ligado al vino.
Menos producción, pero con mejor vino
Ahora, ha recordado el consejero, es el momento de la vendimia, que se prevé un 30 por ciento por debajo de la producción del año pasado en Castilla-La Mancha, con entre 20 y 23 millones de hectolitros. Una campaña con una uva de mayor calidad y mayor grado alcohólico y que, “si no se tuerce”, implicará que “vamos a poder vender bien el vino” y la actividad debe ser rentable para todos los eslabones de la cadena que sigan esa senda del compromiso con la calidad, en la que el Gobierno de Castilla-La Mancha estará “vigilante”.
Contratos de compraventa entre bodegas particulares y viticultores, que reflejen el precio de la uva, o el pago a 30 días desde que se recibe el producto, son aspectos, ha finalizado Martínez Arroyo, que ya marca la propia normativa y que deben cumplirse para garantizar los derechos de los viticultores.
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