Las Mascaritas y el Tío Al Higuí en Salmerón.
Cómo llegar a Salmerón
En un alto sobre la margen izquierda del río Valmediano encontraremos esta localidad alcarreña a la que se accede fácilmente desde Guadalajara cruzando el embalse de Entrepeñas por la carretera N-320. Con poco más de doscientos vecinos, este pueblo ofrece a sus visitantes una singular Plaza Mayor y una iglesia parroquial con interesantes capillas en su interior que no deben perderse.
Qué veremos
Lo curioso de su plaza es la forma triangular que tiene. Por lo demás, en ella impera ese estilo castellano de los edificios que la rodean entre los que se cuenta el Ayuntamiento, con soportales y una torre central que acoge el reloj y un par de escudos. El ábside de la iglesia también asoma a esta plaza, el templo se llevó a cabo entre los siglos XIV y XV. La portada a los pies está formada por un arco de medio punto con dos arquivoltas y los bustos de San Juan Bautista, San Pedro, San Bartolomé y San Pablo; hay otra en el lado norte con pilastras y ático con hornacina y dos escudos. Dentro resaltan dos capillas, una gótica del XVI y otra barroca del XVII; varias obras de orfebrería y vestiduras de la misma época.
Carnaval, Mascaritas y el Tío Al Higuí
El Carnaval se celebra la semana anterior al inicio de la cuaresma pero, después de la contienda de 1936, como prácticamente en el resto de España, se perdió la tradición del disfraz de Carnaval en Salmerón. Los más ancianos recuerdan que antes de la guerra los vecinos se vestían de «mascaritas» y, al paso de los años, gracias a la iniciativa de varias familias de Salmerón, basándose en el testimonio de sus abuelas, recuperaron esta tradición que ha tomado verdadero auge en la localidad junto con el personaje, también carnavalesco, del tío Al Higuí. Una fiesta que, en el calendario de la Diputación de Guadalajara viene fijada para ayer sábado, día 10.
La palabra proviene de un juego de carnaval en el que un personaje, llamado en algunos sitios «el tío al Higuí» o «el tío Aliguí», llevaba al final de un cordel, atado a una caña, un higo seco que los niños tenían que atrapar con los dientes. El personaje en cuestión cantaba, durante el juego: «¡Al higuí, al higuí; con la mano, no; con la boca, sí!». En otras versiones, se escribe «aliguí» y «aliquí».
«Al aliguí» o «al aliquí» hace alusión a esa forma de atrapar el higo: algo hecho «al aliguí» es algo improvisado, chapucero, hecho sin mucho pensar y aprovechando la ocasión, lo que también se expresa, por ejemplo, con la locución «aquí te pillo, aquí te mato».
Vídeo del Ayuntamiento de Salmerón