El presidente de Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page, ha hablado sobre las tensiones internas dentro del PSOE a raíz de la publicación de mensajes entre el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, y el exministro José Luis Ábalos. En una entrevista en «El Rojo Vivo», García-Page restó importancia a las descalificaciones personales contenidas en esos mensajes, enfatizando que lo relevante son las «discusiones de fondo» sobre políticas y los límites éticos y estratégicos del partido.
Page recordó el acuerdo alcanzado en 2015 para no pactar «ni con la derecha, ni pactar tampoco con el independentismo», un pacto que, a su juicio, marcaba una línea clara sobre «quienes desnaturalizan al PSOE». Considera que la tensión actual se deriva de una «brecha muy considerable de fondo» abierta desde aquel año, relacionada con la forma de gobernar «sin dejar de ser lo que uno es».
Aunque reconoció la hostilidad en el ambiente político, derivada de discrepancias ideológicas y «códigos de valores», insistió en que sus críticas se basan en principios y no en cuestiones personales. Lamentó lo que percibe como una «cierta intolerancia a la crítica» dentro del partido y defendió la importancia de la autocrítica y la tolerancia a las discrepancias como elementos clave de la política.
Respecto a la filtración de los mensajes, el presidente castellanomanchego afirmó no sorprenderse, considerando «una ingenuidad inmensa» pensar que las comunicaciones privadas en política no puedan hacerse públicas. 1 Concluyó reafirmando su vocación política basada en convicciones y su compromiso de seguir utilizando la «palabra» como instrumento, a pesar de las posibles presiones o intentos de acallamiento.