Con gran asistencia de público, la presentación comenzó con la intervención de Eugenio Esteban, alcalde de Tamajón, quien ha apoyado al Grupo desde los primeros proyectos relacionados con la fascinante Paleontología de la localidad.
Eugenio Esteban recordó que son los Servicios Sociales y el turismo -este último fuertemente reforzado por todas estas iniciativas- los sectores que sostienen la economía de Tamajón, en sus cuatro núcleos urbanos. Y, si hace unos 95 millones de años, Tamajón estuvo cubierto por el Mar de Tetis, hoy lo está, en buena parte de su término municipal, por tres embalses -500 hectáreas- y otras 7.500 hectáreas más de repoblaciones forestales. “Bosques y agua cambiaron la fisonomía de Tamajón, y con ello, sus cultivos y recursos. El medio hídrico ha enriquecido a muchas zonas de Guadalajara, y de Madrid, mientras que el medio forestal contribuye a limpiar el aire contaminado que nos devuelven esos lugares, industrializados y prósperos. Nuestros pueblos contribuyen a generar riqueza en otros territorios. Y si bien sería injusto decir que a Tamajón no ha llegado nada, sí es más que justo decir que ha sido poco, muy poco. No es solidario que esta riqueza no tenga retorno en su origen. Los territorios emisores y receptores deberían tener la misma consideración: esto es lo que se llama ahora economía circular. De haber sido así, quizá los pueblos de la Sierra Norte no estarían desiertos”, señaló.
El alcalde de Tamajón afirmó que, de volver a la actualidad, los neandertales y cromañones que habitaron Tamajón, hoy tendrían que cruzar a nado el embalse de Beleña para llegar a sus cuevas, que éstas si, están perfectamente conservadas. A pesar de los cambios habidos en el paisaje, un grupo de expertos ha creado el Centro de Interpretación Paleontológica y Arqueológica de Tamajón (CIPAT), “del que nos sentimos orgullosos, así como agradecidos al equipo que lo ha hecho posible”, señaló Esteban. Desde el primer momento, los científicos han contado con el apoyo del Ayuntamiento de Tamajón en este proyecto, y, fruto de este entendimiento, “el centro está cumpliendo importantes funciones, comenzando por la científica y didáctica, a la que siguen el ser un polo importantísimo de atracción turística, el servicio a la población y la promoción económica y social que tanto necesitamos”.
Los restos paleontológicos y arqueológicos encontrados en Tamajón son abundantes, y, debidamente clasificados y organizados de la mano de expertos, están siendo un revulsivo incuestionable para la economía local. “Nada mejor que explicar todo este trabajo en un libro, con cuya edición, como no podía ser de otra manera, ha colaborado el Ayuntamiento de Tamajón.”
A continuación, intervino Fernando Barroso, quién, en representación de los autores y editores del libro, entre los que se encuentran Mélani Berrocal, Senay Ozkaya y Manuel Segura, detalló cómo se fraguó la idea de preparar un documento que recogiera algunos de los principales tesoros naturales y culturales de esta bella localidad de la Sierra Norte Guadalajara. Desde el comienzo del proyecto, aseguró el profesor, “los editores comprendimos que debía tratarse de un trabajo multidisciplinar, que contara con especialistas en Geología general, Paleontología, Arqueología y Didáctica, entre otras materias, para que el libro pudiera integrar una parte, lo más amplia posible, del rico patrimonio de Tamajón. A lo largo de su desarrollo, pusimos especial cuidado en aproximar su contenido al público en general, alejándolo de una terminología demasiado específica, y aportando explicaciones de texto e imágenes que nos ayudaran a transmitir, de un modo sencillo y ameno, diversos conceptos científicos (como el de Tiempo Geológico) que, en ocasiones, son relativamente abstractos. También pretendimos que el formato fuera práctico y económico, asequible para todos los interesados en el libro, y que su encuadernación y tamaño lo hicieran fácilmente utilizable como una “guía de campo” para las visitas y excursiones que plantea”, señaló Barroso.
El viaje en el tiempo que propone este nuevo libro comienza, tras una breve presentación del proyecto y de la localidad, con una visita al CIPAT. Desde su inauguración en agosto de 2021, este novedoso espacio expositivo y didáctico muestra de un modo conjunto y ameno el alto interés científico, educativo y patrimonial de los hallazgos paleontológicos y arqueológicos que se están produciendo en Tamajón y sus alrededores. El CIPAT fomenta la conservación museológica de valiosos elementos naturales y culturales de la región, y da respuesta a un amplio espectro social sobre diversas cuestiones de la Historia de la Tierra y de la Vida, y de las Civilizaciones Humanas. La visita al Centro de Interpretación sigue un recorrido a través del material expositivo y la infografía de sus áreas Paleontológica, Arqueológica y Didáctica, que se desarrolla en torno a determinados elementos especialmente llamativos. Entre ellos, destaca una recreación, a escala natural y sobre superficie tematizada, de uno de los cocodrilomorfos que produjeron las huellas fósiles del Cretácico Superior de Tamajón, y un marco original, tallado en Piedra de Tamajón, de uno de los rosetones de la Ermita de los Enebrales. Complementariamente, a través de las actividades didácticas y divulgativas que desarrolla, el CIPAT contribuye a promover la geoconservación entre los visitantes de todas las edades.
A continuación, el libro ayuda al lector a descubrir y valorar la riqueza de los dos principales yacimientos paleontológicos del Cretácico Superior de la zona, situados al sursureste del término municipal de Tamajón. Las areniscas, margas y calizas que en ellos afloran, presentan fragmentos de plantas vasculares y varios rastros de vertebrados (como cocodrilomorfos, dinosaurios terópodos y peces), algunos restos directos de peces (principalmente tiburones) y de reptiles marinos, y una diversidad muy considerable de invertebrados, incluidos corales, moluscos (bivalvos, gasterópodos y cefalópodos), equinodermos y crustáceos, entre otros muchos fósiles. En su conjunto, el intervalo que comprenden ambos yacimientos registra una transgresión (avance del mar hacia el continente) y el inicio de una regresión (retroceso del mar) que se produjo en Tamajón hace entre unos 95 y 92 millones de años. Incluye el paso de un medio continental y de transición (costero) a un entorno marino con abundantes invertebrados, y el comienzo de una desaparición de éste.