En unas recientes declaraciones, CEOE de Cuenca manifestaba que, desde el punto de vista técnico “el tren que pasa por Cuenca hacia Valencia no tiene las condiciones para poder ser de mercancías”. […] lo avalan las propias empresas, con la elección de otras líneas que les resultan más rentables […] el transporte de mercancías está liberalizado y han sido las empresas las que han entendido que sus inversiones son más productivas en otras líneas, como es en este caso Albacete y Alcázar de San Juan”. […] «Si hubiera una iniciativa privada en esta liberalización del transporte de mercancías que entendiera que nuestra línea cumple con las condiciones y además es rentable, no me cabe ninguna duda que lo hubiera hecho ya.»
Estas declaraciones, lo que demuestran es que los de CEOE de Cuenca son ignorantes totales en temas de transporte o mienten de forma intencionada. Dan a entender, de forma maliciosa, que son las empresas privadas las que invierten en el ferrocarril. Deberían conocer que la iniciativa privada no ha invertido en ningún lugar de España un sólo euro en la infraestructura ferroviaria. Toda la inversión es del Estado, es inversión pública. Quién puede hacer que la línea sea operativa para las mercancías, es el Estado.
Otra cuestión es que los operadores de transporte, públicos o privados, no la puedan utilizar porque no reúne las condiciones debido a que el Estado la ha abandonado y no ha hecho las inversiones necesarias para ese tipo de explotación. Pero esa es la verdadera razón de que los operadores, públicos o privados, no la utilicen.
En 2007, se realizó un “Estudio de viabilidad de una línea ferroviaria para mercancías entre Madrid -Valencia por Cuenca”, encargado por la Cámara de Comercio de Valencia a la consultora CPS ingenieros, un estudio bien conocido por la Cámara de Comercio y el Ayuntamiento de Cuenca. Las conclusiones del estudio eran que, con una inversión de 320 millones de euros, para el total de la línea, desde Aranjuez hasta Valencia, “la explotación de la línea es posible con un nivel de inversión razonable, alcanzándose un nivel de oferta de transporte de mercancías más que adecuado”. Además, decía el estudio que era viable “compatibilizar el tráfico actual de cercanías y regionales con una tráfico de mercancías de alta capacidad de transporte. Del mismo modo, el citado estudio, proponía que “debería estudiarse la realización de Plataformas Logísticas con posibles emplazamientos en Utiel, Cuenca y Tarancón”. Esa inversión que era y sigue siendo necesaria, equivalía a 20 kilómetros de alta velocidad.
Cuando se hizo ese estudio, las limitaciones más importantes, además de las causadas por su abandono, estaban en unos tramos metálicos en el trayecto Buñol-Utiel sobre los que era necesario actuar, y no en las rampas a las que han hecho referencia iletrados del Gobierno Regional (el vicepresidente y el consejero de Fomento). Sobre esos tramos metálicos ya se han hecho algunas inversiones desde 2007 hasta ahora, por lo que las limitaciones en la actualidad son menores.
Recordemos que Rallo no veía inconveniente en líneas con rampas equivalentes superiores a la de Cuenca, para remolcar trenes cercanos a las 1.000 toneladas con una locomotora diésel. Apostillaba Rallo que, con doble tracción en mando múltiple “supone duplicar la carga máxima remolcable”. Que la CEOE desconozca a Rallo, autoridad incuestionable en el transporte de mercancías por ferrocarril, cuando nos jugamos el futuro de la provincia de Cuenca es, cuando menos, preocupante.
RESUMEN: Es INDECENTE utilizar los argumentos a los que recurre la CEOE de Cuenca, el Ministerio y el Gobierno Regional de Castilla la Mancha, sobre el transporte de mercancías.
Por la Plataforma en defensa del Ferrocarril Público y Social de Cuenca