La actuación de Eva Ryjlen presentando su segundo disco en solitario agotó invitaciones en la Casa de la Cultura
Con primicia mundial llegaba Eva Sigüenza, «Eva Ryjlen» en el mundo artístico, a la Casa de la Cultura de Cabanillas. Y lo hacía para ofrecer en directo y por primera vez ante su público las canciones del que será su segundo disco en solitario, que verá la luz la próxima primavera, y que está en pleno proceso de producción. Era el primer concierto del año en Cabanillas del Campo, dentro del programa de actos navideños del Ayuntamiento, y lo cierto es que no defraudó.
Fue un torrente de rock, en el que Ryjlen «jugaba en casa», ya que ella, la rockera alcarreña de más proyección nacional, procede de la localidad, y por tanto actuó rodeada de amigos, tanto en el escenario como en el patio de butacas.
Sobre el escenario, Ryjlen se presentó con una cuidada banda, instrumentistas de muchos kilates como la magnífica guitarrista Laura Solla, el bajista Rodrigo Garcia, el batería Carlos Pinto (conocido miembro de The Sunday Drivers) y una teclista de la solvencia y la delicadeza de Ruth Pinel. Además, la banda se acompañó para este estreno de un potente coro de tres voces femeninas, que dieron muchísimo empaque a los temas.
Los nuevos temas de la banda sorprendieron mucho al público. Se podría decir que es «música de autor» compuesta para banda de rock, con una puesta en escena que tiene reminiscencias que evocan a Christina Rosenvinge, a PJ Harvey o la mismísima Mari Trini. Así, las letras de este segundo trabajo (del que aún se desconoce el título) son aún más poéticas que las de su primer disco («Violencia Posmoderna»), y hablan de sentimientos, de piel, de afectos, de sueños o de frustraciones, todo ello con gran lirismo. Son temas como «Caminar», que abrió la actuación, «Caer», «La fiera», «Gotas» o la punkérrima «Santuario», que la banda alternó con canciones del primer disco de Ryjlen («como Santa fe» o «Violencia posmoderna»).
El concierto tuvo dos pases, para facilitar que el máximo número de personas pudieran acceder al recinto (cuyo aforo está reducido al 30% por la crisis sanitaria), y lo cierto es que prácticamente se agotó el papel disponible en las dos sesiones. La segunda de ellas, además, fue emitida en streaming por el canal de Youtube del Ayuntamiento.