En los últimos años, la fotografía con smartphones ha experimentado una notable evolución, sobre todo en el ámbito de la fotografía con poca luz. Gracias a avances como sensores de imagen más grandes, ópticas de alta calidad y algoritmos avanzados de procesamiento de imágenes basados en IA, capturar imágenes impresionantes en condiciones de iluminación difíciles es ahora más accesible que nunca.
Además de esto, por supuesto, los verdaderos profesionales tienen algunos trucos para conseguir la Captura Perfecta con poca luz, como revelan en el siguiente artículo, cuatro fotógrafos expertos de ZEISS: Timm Allrich, Jakub Polomski, Michael Portillo y Gabriel Santos.
¿Por qué es (o más bien era) difícil la fotografía nocturna con smartphones?
La fotografía nocturna en general, e independientemente del equipo que se utilice, es uno de los motivos más desafiantes para los fotógrafos, ya que uno de los aspectos más importantes es capturar la mayor cantidad de luz posible. Y esto ha supuesto un reto adicional para los smartphones, debido a su diseño óptico. Según Michael Portillo, «la fotografía nocturna ha planteado tradicionalmente retos para las cámaras de los smartphones, sobre todo a la hora de abordar problemas de rango dinámico. El alto contraste entre las sombras y las altas luces a menudo daba lugar a imágenes subexpuestas carentes de detalle, estructura y contraste. Además, gestionar los ajustes ISO altos para obtener una calidad de imagen óptima en condiciones de poca luz resultaba todo un reto». Gabriel Santos subrayó la importancia del tamaño del sensor y la luminosidad del objetivo a la hora de captar la cantidad máxima de luz para lograr una fotografía nocturna satisfactoria, destacando que «cuanto mayor sea el sensor y más luz pueda recoger el objetivo, mejores serán los resultados.»
Timm Allrich, por su parte, elogió al vivo X90 Pro por su estabilizador de imagen integrado y un sensor grande y altamente fotosensible que destaca en la reducción de ruido, superando a muchos sistemas de cámaras más pequeñas. A su vez, Jakub Polomski esbozó varios desafíos a los que se enfrenta la fotografía con poca luz en smartphones: los sensores pequeños que limitan la captura de luz, las aperturas fijas, los algoritmos agresivos de reducción de ruido que afectan a los detalles, el desenfoque potencial ocasionado por velocidades de obturación más lentas, la degradación por el zoom digital y el control manual limitado sobre ajustes como ISO, velocidad de obturación y apertura.
El aspecto más visible del éxito de la fotografía nocturna y con poca luz, visto a través de los ojos de fotógrafos expertos
Según Jakub, el aspecto más visible que diferencia la buena y no tan buena fotografía nocturna es el nivel de ruido o granulado de la imagen. Una fotografía nocturna exitosa debe exhibir un ruido mínimo, manteniendo una apariencia limpia y nítida. Además, una buena exposición y contraste, junto con un juego equilibrado de luces y sombras, son esenciales, complementados con colores agradables y una imagen bien compuesta. Timm destacó la importancia de conseguir una imagen equilibrada gestionando las diferencias de contraste y brillo, especialmente durante las distintas fases de la noche. «La capacidad de componer con precisión en condiciones de poca luz puede ser un reto, por lo que resulta beneficioso contar con herramientas adicionales como las linternas».
Y Gabriel compartió su opinión, destacando la importancia de jugar con la luz circundante para resaltar los sujetos deseados, utilizando tiempos de exposición más largos y manteniendo la ISO lo más baja posible para minimizar el ruido.
Michael sugirió que «una buena fotografía nocturna debe mostrar detalles y contrastes en diferentes fuentes de luz, manteniendo el realismo mientras se minimizan las sombras. La gestión eficaz del HDR, los colores, la nitidez y el ruido digital son aspectos cruciales a tener en cuenta.» Y todos los maestros de la fotografía están de acuerdo e invitan a la gente a que, en el mejor de los casos, coja un smartphone fotográfico de altas prestaciones para salir, practicar y familiarizarse con las diferentes fases de la iluminación: desde el crepúsculo, el amanecer, la puesta de sol hasta la oscuridad casi total en una zona con poca contaminación lumínica, y simplemente probar el dispositivo, jugar con los ajustes y explorar lo que se puede hacer.