Este próximo domingo, 22 de junio, las calles de Almonacid de Zorita se transforman en un inmenso lienzo de fe, color y tradición para celebrar una de sus fiestas locales más antiguas, bellas y emocionantes, como es la del Corpus Christi. Declarada Fiesta de Interés Turístico Provincial en 2012, la festividad despliega un espectáculo único de alfombras multicolores, altares decorados, balcones engalanados y participación vecinal, que convierte a esta localidad de la Alcarria en el escenario de una experiencia inolvidable.
El alma de la celebración es la procesión del Santísimo Sacramento, organizada desde el siglo XVII por la Hermandad del Santísimo Sacramento. Parte desde la Ermita de la Virgen de la Luz y recorre el casco antiguo entre rezos, cantos, incienso y las antorchas encendidas de las cofradías, que acompañan a la Custodia bajo palio.
Dos kilómetros de arte efímero
Uno de los mayores símbolos de esta fiesta son las alfombras florales que cubren el itinerario de la procesión. Vecinos y barrios se organizan durante días para teñir virutas, marcar dibujos y extender sobre el suelo más de tres toneladas de material coloreado, creando figuras geométricas, florales y religiosas con una riqueza cromática que deslumbra a quienes lo contemplan.
En total, ocho altares se reparten por las calles Cervantes, Mayor, San Sebastián, Virgen de la Luz, Gobernador, Plaza del Coso, Trinquete y la propia ermita. Cada uno es diseñado con esmero, decorado con mantones, colchas, imágenes devocionales y flores. El altar principal, frente a la ermita, es un honor reservado al hermano mayor de la Cofradía.
Desde la madrugada del domingo, el pueblo entero trabaja sin descanso para tener listas las alfombras con las primeras luces del día. Los visitantes más tempraneros acuden para admirar, cámara en mano y corazón en vilo, el momento mágico de su creación, e incluso se suman a los trabajos.
Aunque el Corpus ha sido siempre una de las grandes celebraciones de Almonacid, la tradición de las alfombras fue recuperada en los años setenta, gracias a Engracia, esposa canaria del médico José María Madrigal, quien más tarde sería alcalde. Trajo consigo la tradición isleña de decorar las calles con flores, integrándola con las costumbres locales. Desde entonces, la fiesta creció hasta alcanzar su dimensión actual, en la que todo el pueblo queda unido por un tapiz ininterrumpido de arte efímero.
La celebración del Corpus Christi en Almonacid de Zorita es mucho más que una fiesta religiosa. Es una obra colectiva, un acto de devoción, de identidad y de arte popular, donde cada vecino aporta su talento, su tiempo y su emoción.
El próximo domingo, 22 de junio, Almonacid invita a todos los que deseen vivir una jornada única, a sumarse a una fiesta que emociona por su belleza y su autenticidad. Una experiencia que une lo espiritual con lo artístico, lo comunitario con lo turístico, en uno de los enclaves más especiales de la provincia de Guadalajara.
Almonacid de Zorita espera con las puertas abiertas, sus calles alfombradas y el alma de un pueblo latiendo al compás del Corpus.