Este mediodía, 21 años después de los atentados en los trenes de Cercanías del 11 de marzo, en Azuqueca de Henares se ha vuelto a recordar a las víctimas de la tragedia con un acto frente al monolito de la estación de tren. Se han sumado a este emotivo recuerdo además del alcalde, Miguel Óscar Aparicio, representantes de los grupos municipales (Susana Santiago, del PSOE; Mane Corral, del PP; Miguel Ángel Flores, de VOX; y Rodrigo Vasco, de IU), varios concejales de la actual corporación, el presidente de las Cortes de Castilla-La Mancha y exalcalde de Azuqueca, Pablo Bellido; el que fuera alcalde de Azuqueca el día de los atentados, Florentino García Bonilla; las delegadas provinciales de Bienestar Social e Igualdad, Carmen Gil y Laura Gil, respectivamente; los diputados provinciales Rosa Abel y Raúl de la Fuente; y responsables de la Policía Local, la Guardia Civil y Protección Civil.
Se han guardado cinco minutos de silencio y el alcalde y los portavoces de los grupos municipales, junto a los dos ex alcaldes han depositado un centro de flores blancas junto al monolito, como se viene haciendo desde hace dos décadas.
Día para recordar
«Sólo se pierde lo que se olvida», ha dicho Miguel Óscar Aparicio, que ha insistido en que «no se debe olvidar esta tragedia» y ha destacado el trabajo desarrollado el 11 de marzo de 2004, tras los atentados, por las fuerzas y cuerpos de Seguridad y los sanitarios. Florentino García Bonilla, que era el alcalde de Azuqueca en ese momento, ha señalado que también fue una jornada lluviosa la de ese terrible día y ha recordado el «periplo» que hizo, acompañado de varios concejales, «por hospitales de Madrid buscando a las personas de Azuqueca heridas» en la explosión de las bombas. Pablo Bellido, por su parte, ha señalado también la importancia de recordar. «Hoy es un día para el respeto, para la memoria y para la unidad», ha dicho.
En los atentados contra los trenes de Cercanías del 11 de marzo de 2004 murieron 193 personas, cinco de ellas vecinas de Azuqueca: María Fernández del Amo, Nuria Aparicio Somolinos, Eduardo Sanz Pérez, Mohamed Itaiben y José Gallardo Olmo. En total, 16 vecinos y vecinas de la provincia de Guadalajara perdieron la vida y alrededor de 2.000 personas resultaron heridas.
En el primer aniversario de la tragedia, en 2005, el Ayuntamiento instaló en la estación el monolito en el que, bajo el perfil de una paloma, aparece la frase ‘Paz y libertad para el mundo’ y en 2009, en la rotonda del aparcamiento de la estación, el Ayuntamiento colocó una placa con el texto ‘En memoria de todas las víctimas del terrorismo. Siempre en nuestra memoria’.