Lleno en la Casa de la Cultura para la primera cita del nuevo ciclo de música «indie» del Ayuntamiento de Cabanillas del Campo
La presencia en Cabanillas de Ángel Estanislao Sánchez Durán, alias «Ángel Stanich» (Santander, 1987), prácticamente llenó este viernes 27 de enero la Casa de la Cultura, en el era el arranque de las III Noches Acústicas. Estuvo muy cerca de colgarse el cartel de «no hay billetes», en esta primera cita con el ciclo de música «indie» que organiza el Ayuntamiento cabanillero.
Además del cántabro Stanich (que actuó en formato dúo, acompañado a la guitarra y los teclados del alcarreño Jave Ryjlen, que forma parte de su banda habitual), también hicieron de teloneros el trío alcarreño «Alice’s Cream», una fantástica banda de rock, con veteranos músicos curtidos en mil batallas.
La actuación de Stanich fue un derroche de ingenio y sentido del humor. Sus letras cargadas de ironía, tan divertidas, retratan a la generación que ronda ahora la cuarentena, y están llenas de referencias políticas, sociales y culturales, muy lúcidas y chispeantes. Todo ello envuelto en un magnífico sonido pop, con toques de humor surrealista y un tanto quijotescos, a los que ayuda mucho la propia imagen y puesta en escena del artista.
Llegaba Stanich a Cabanillas tras un sonado éxito de hace muy pocos días en la Sala Riviera de Madrid, y eso se notó en el patio de butacas. Canciones de su último disco, «Polvo de Battiato» (2021), y otras de sus trabajos anteriores («Camino ácido», «Antigua y Barbuda», «Máquina»…) se fueron desgranando en una «playlist» en la que sonaron temas magníficos, como «Rey idiota», «El outsider», «Nazario», «La noche del coyote» o la contundente «Metralleta Joe», con la que finalizó el bis de una actuación que se había abierto con «El volver».
Para el recuerdo, el modo en el que Stanich sorprendió al público cabanillero, con un monólogo divertidísimo ofrecido a media actuación, en el que demostró haberse aprendido hasta el último detalle de la historia y la actualidad de Cabanillas del Campo.
Previamente a Stanich había abierto el escenario de esta «noche acústica» la banda «Alice’s Cream», un grupo alcarreño de mucha calidad, de formato power-trío, que transita entre el punk, el sonido garaje, el rock sin ambages y letras llenas de metáforas y requiebros poéticos.
Además de las actuaciones, y como es habitual en estas «Noches Acústicas», la jornada se completó con una fantástica exposición de un artista local, en esta ocasión el ilustrador «Bertógrafo», que trabaja con la técnica de la acuarela digital, creando imágenes de gran belleza y colorido. La muestra de sus trabajos pudo verse en la cafetería de la Casa de la Cultura, donde además se celebró, tras el concierto doble, el tradicional «aftershow» de este ciclo, en el que el público puede conocer y departir con los artistas mientras toma una cerveza.