El agua, que fue más que bien recibida por La Alcarria –era evidente que el campo la agradecía- quiso respetar la celebración del noveno Via Crucis Interparroquial que se ha celebrado este año en Fuentenovilla. De los más de veinte grados y cielo despejado, de los que se habían disfrutado en los últimos días, se había pasado a los poco más de cuatro que hacían cuando el reloj del Ayuntamiento daba las nueve de la noche, hora de comienzo del Via Crucis.
Despues de un día típico de abril, con aguaceros intermitentes, a eso de las ocho de la tarde se abrían grandes claros, a medida que iban llegando los fieles de las diferentes parroquias que integran el Arciprestazgo de Pastrana. En total, y según el cálculo municipal, llegaron a la villa alcarreña un millar de personas, a pesar de la tarde desapacible.
Más de cien voluntarios se habían encargado de prepararlo todo. El recorrido, de aproximadamente kilómetro y medio, había sido despejado por completo de vehículos, y definido en sus límites con las vallas y señalización conveniente, y, a lo largo del recorrido con cientos y cientos de velas prendidas de las ventanas y las puertas de Fuentenovilla. Su flambear iluminó el recorrido de las catorce estaciones.
Poco a poco, comenzaban a llegar a la villa alcarreña fieles procedentes de hasta 25 localidades vecinas y hermanas, de Madrid, Cuenca y Guadalajara. Milagrosamente, las nubes habían desaparecido, dando paso a un cielo estrellado.
De manera ordenada, cada parroquia se ubicaba en el lugar que le había asignado la organización en la Plaza Mayor de Fuentenovilla, prácticamente llenándola por entero. En su centro La Picota lo observaba todo. Colgando de las balconadas de los edificios estaban los pendones de muchos de los pueblos, cada uno con su espacio reservado. Además, aquellos que habían solicitado la participación de sus imágenes, contaban con basas para apoyarlas.
A la hora convenida, todas las parroquias portaban sus estandartes correspondiente, su cartel identificativo, y hasta ocho de ellas: Albares, Mondéjar, Almoguera, Driebes, Illana, Albalate de Zorita, Barajas de Melo y, naturalmente, Fuentenovilla, hicieron desfilar, a hombros de los fieles, algunas de las tallas e imágenes más queridas de las respectivas semanas santas locales en La Alcarria, guadalajareña y conquense, y en el madrileño valle del Tajuña. En total, fueron doce los pasos que procesionaron.
Poco después de las campanadas, los costaleros fuentenovilleros sacaban a hombros las tres imágenes locales que iban a procesionar, el Nazareno, Jesús de Medinacelli y la Soledad. En el centro de la plaza, la Banda de Cornetas y Tambores de Fuentenovilla aportaba, con sus marchas e himnos, la solemnidad que requería el momento. Fue el párroco local, Antonio Gaona, el que dio la bienvenida a los presentes y dio inicio al acto.
El Vía Crucis lo encabezó en todo momento la Cruz Parroquial de Fuentenovilla. Además de los doce pasos, acompañaron el Vía Crucis hasta seis formaciones musicales y bandas, que iban tocando libremente entre una estación y otra, sus marchas procesionales. Cada una de las catorce, fue declamada por una localidad diferente. Los voluntarios se encargaron de que la megafonía se escuchar a lo largo de toda la procesión.
El trayecto de unos comenzó y acabó en la Plaza Mayor, y recorrió las calles Francisco Castellote, Amargura, Norte, Blas de Salcedo, Avenida del Oeste, Mayor, Soledad, para regresar otra vez a la vera de La Picota, transitando de nuevo por las vías Amargura y Francisco Castellote. El Via Crucis lo encabezó en todo momento la Cruz Parroquial de Fuentenovilla. Detrás, y, a continuación, para marchar en procesión conjunta, los fieles de cada pueblo arropando a las imágenes por las que guardan devoción. Cada pueblo aportó simbología propia para dar vistosidad al desfile. Además de las doce bandas, desfilaron también hasta seis bandas y agrupaciones musicales de otros tantos pueblos.
Cuando la procesión llegó de vuelta a la Plaza Mayor, y después de que cada pueblo dejara los pasos en sus correspondienes ubicaciones, desde el balcón del Ayuntamiento. Igualmente Aurelio López, se arrancó, en la misma puerta de la Iglesia cantando, a capela, el Jesus del Madero, acompañado, por una de las más bonitas voces femeninas de Driebes. Correspondió cerrar musicalmente el evento a quien lo había abierto, musicalmente a la Banda de Cornetas y Tambores de Fuentenovilla, y al párroco local, Antonio Gaona. Por último, la alcaldesa de Fuentenovilla, Montserrat Rivas, dio las gracias a todos los presentes por su asistencia y a los voluntarios. Gracias a todos ellos, el acto resultó especialmente vistoso, contando, para ello con una organización impecable.
Al término del evento, la asociación de mujeres ayudada por voluntarios había preparado un chocolate, que repartió, junto a unos bollos entre todos los que quisieron quedarse a compartirlo. La fría noche alcarreña, invitaba a hacerlo.
El Vía Crucis del Arciprestazgo de Pastrana-Mondéjar se convoca desde el año 2011. La iniciativa surgió a raíz de la presencia en Pastrana, en noviembre de 2010, de la Cruz de los Jóvenes con motivo de la preparación de la JMJ Madrid-2011. El éxito de la convocatoria animó a convocar en la siguiente cuaresma un Vía Crucis arciprestal con la presencia de imágenes religiosas. El primero se realizó en 2011 en Mondéjar. En años posteriores, se ha celebrado en Almoguera, Driebes, en 2014 en Albalate, por cumplirse el V Centenario del hallazgo de su Santa Cruz, en 2015 en Pastrana, por ser V Centenario del nacimiento de Santa Teresa y haber sido declarada Pastrana “Ciudad Teresiana”, en 2016 en Almonacid de Zorita y los dos últimos años en Illana y Yebra. Después de todos estas ediciones, el Vía Crucis se ha consolidado como un magnífico preludio de la Semana Santa. Desde la segunda edición, el Vía Crucis se realiza en viernes, su día más propio, y por la noche con el fin de que la procesión gane en solemnidad y vistosidad, al mismo tiempo que se facilita la participación de los que trabajan de día o en sábados.
Acompañando la celebración estuvieron todos los párrocos de las localidades invitadas, además de la alcaldesa de Fuentenovilla, que encabezaba la delegación municipal, alcaldes y concejales de buena parte de los municipios participantes, y numerosas autoridades civiles provinciales, regionales y nacionales.
En el Vía Crucis han participado, además de Fuentenovilla, 25 pueblos de Guadalajara, Madrid y Cuenca: Albalate de Zorita, Albares, Almoguera, Almonacid de Zorita, Ambite, Aranzueque, Barajas de Melo, Carabaña, Driebes, Escariche, Escopete, Hontoba, Hueva, Illana, Leganiel, Loranca de Tajuña, Mazuecos, Mondéjar, Orusco, Pastrana, Pozo de Almoguera, Sayatón, Valdeconcha, Yebra y Zorita de los Canes.