Con la inauguración de la exposición temporal “Alejo Vera, buscando la belleza”, en el Salón de Linajes del Palacio del Infantado, ha dado comienzo la intensa programación cultural diseñada por la Diputación de Guadalajara y el Gobierno regional para difundir la obra y gran relevancia artística del pintor guadalajareño, coincidiendo con el centenario de su fallecimiento.
La muestra, que reúne más de un centenar de obras originales de Alejo Vera procedentes de diversas colecciones, ha sido inaugurada por el presidente de la Diputación de Guadalajara, José Luis Vega, el alcalde de Guadalajara, Alberto Rojo, la consejera de Educación, Cultura y Deportes, Rosa Ana Rodríguez, el presidente de las Cortes de Castilla-La Mancha, Pablo Bellido, y la subdirectora de actividades de la Fundación Cajasol, Gloria Ruiz.
Esta exposición temporal “Alejo Vera, buscando la belleza” podrá visitarse en el Palacio del Infantado hasta el próximo 24 de septiembre. Se trata de la muestra más amplia y completa sobre Alejo Vera organizada hasta la fecha. Entre las obras expuestas se incluyen cuadros, bocetos, dibujos, documentos fotográficos y manuscritos relacionados con la vida y la trayectoria artística del pintor.
Está compuesta por obras procedentes de instituciones públicas y privadas, como el Museo de Bellas Artes de Córdoba o la Fundación Cajasol de Sevilla, entidad depositaria y titular de la colección de obras que adquirió Caja Guadalajara desde los años 70 del pasado siglo, así como de varios coleccionistas privados.
Entre estos últimos destaca Julián Pascual Heranz, coleccionista y divulgador de la obra de Alejo Vera, que presta una de las obras más importantes de la exposición –“Dama pompeyana en el tocador”- y Rafael Simonet, coleccionista e investigador que aporta un gran número de dibujos, bocetos y documentos del pintor, entre los que se incluyen los dibujos preparatorios de su obra más conocida –“Los últimos días de Numancia”-, propiedad del Museo del Prado y actualmente en depósito en la Diputación de Soria.
Actividad cultural en torno a Alejo Vera durante un año.
José Luis Vega ha precisado que esta exposición es “de una gran calidad y la más importante que se ha hecho nunca reuniendo obras de Alejo Vera”, pero “es solo el inicio de una gran programación cultural con la que “durante doce meses, vamos homenajear y dar la relevancia que merece a una gran figura histórica del arte y la cultura de Guadalajara, además de aumentar su conocimiento entre la ciudadanía de nuestra provincia”.
La programación cultural sobre la figura y obra de Alejo Vera incluye un ciclo de conferencias, impartidas por algunos de los mayores especialistas en pintura del siglo XIX, que a su vez darán lugar a la publicación de un estudio monográfico sobre el pintor, actividades didácticas para grupos escolares y colectivos educativos y una nueva exposición temporal, titulada “Alejo Vera, íntimo”, también en el Palacio del Infantado, que pondrá el broche final en febrero de 2024, con material que no ha podido incluirse en la primera por falta de espacio.
Por su parte, el alcalde de Guadalajara, Alberto Rojo, ha agradecido la iniciativa de la Diputación provincial y de la Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha porque “gracias a su interés por recuperar estas obras, la ciudadanía podrá disfrutar del importante legado de un pintor, Alejo Vera, cuya figura no ha sido tan conocida como debiera”. Al mismo tiempo, el alcalde de la capital celebraba la acción conjunta entre las administraciones para “facilitar el acceso a la cultura de calidad a la ciudadanía”.
Alejo Vera fue uno de los pintores españoles más importantes del siglo XIX.
Alejo Vera nació en 1834 en Viñuelas (Guadalajara) y falleció en Madrid en febrero de 1923. Pudo desarrollar su talento pictórico gracias al apoyo de la Diputación de Guadalajara, que becó a su familia para que pudiera cursar estudios en el Instituto San Isidro de Madrid y en la Escuela de Bellas Artes de San Fernando. Completó su formación en Italia, quedando su temática artística profundamente marcada por los yacimientos de Pompeya y Herculano.
Fue reconocido y aclamado por el público como pintor de temas religiosos, históricos y pompeyanos y destacó también como excelente dibujante. Participó en exposiciones nacionales e internacionales y recibió distinciones como la Cruz de Carlos III y la Gran Cruz de Isabel la Católica. Llegó a ser catedrático en la Escuela de Bellas Artes de San Fernando y director de la Academia de España en Roma.