Qué hacer. A dónde ir este mes de Junio en Guadalajara
El Corpus en Almonacid de Zorita
La fiesta del Corpus Christi de Almonacid de Zorita, declarada de Interés Turístico Provincial desde 2012, tal y como la conocemos hoy, tiene su origen cuando, a mediados de los años setenta del pasado siglo, al parecer por impulso de la esposa canaria de uno de los médicos (que sería también alcalde), se vuelven a adornar los suelos de calles y plazas con serrín multicolor formando esas alfombras que dejan asombrado al visitante mientras que, de los balcones, cuelgan tapices y mantones.
La festividad del Corpus se remonta históricamente al siglo XIII. La tradición de decorar las calles se fue olvidando con el paso del tiempo hasta que fue recuperada en el año 1974. Hoy, cuarenta y nueve años después, la fiesta goza de gran arraigo entre los vecinos que acicalan sus calles en honor al Santísimo Sacramento recordando tiempos en los que, en la fiesta, la custodia, con el Santísimo Sacramento, iba escoltada por los danzantes saliendo de la parroquia de Santo Domingo de Silos en una procesión por las calles en las que, además de alfombras, se plantaban árboles cortados en la Bujeda.
La encargada de organizar la fiesta, desde el siglo XVII, es la Hermandad del Santísimo Sacramento, la cofradía más antigua de la villa almonacileña con el patrocinio del Ayuntamiento de Almonacid de Zorita y de la Diputación Provincial. Una Cofradía que abre el desfile con su vistoso estandarte al que seguirán el resto de las cofradías de la villa y los niños que han hecho la primera comunión y que irán por esas calles y plazas adornadas con imágenes, mantones en balcones y ventanas y las alfombras que, si hace muchos años las confeccionaban con musgos, arenas y pétalos de flores, desde mediados de los 70 sería el serrín, teñido, el material base.
El Corpus en Guadalajara y Desfile de los Apóstoles
La celebración de Corpus Christi en Guadalajara ha sido, desde tiempos medievales, una de las más importantes del año, tanto en su aspecto religioso como social y festivo. La organización ha corrido siempre a cargo del Concejo o Ayuntamiento, esforzándose en dotar a la procesión de un porte acorde a esa importancia: custodia de plata, ornamentación de calles e iglesias, música, figurantes, gigantes y cabezudos, colocación de altares en el recorrido etc.
La fiesta del Corpus Christi durante la época medieval, era muy distinta a la actual. Aparte de la exaltación de la Sagrada Forma, tenía un fin educativo por lo que la procesión estaba repleta de representaciones alusivas a personajes bíblicos, santos… que enseñaban a través de la imagen los fundamentos de la fe cristiana, a un pueblo en su mayoría analfabeto.
Uno de los elementos más llamativos era el dragón, alusivo al demonio, que desfilaría próximo al carro que recreaba el Infierno, con individuos vestidos de negro y carmesí, que serían los pecados, junto a otros caracterizados como diablos. También había otro carruaje representando el Paraíso, con cuatro figurantes haciendo el papel de inocentes, con coronas de oropel, entre nubes hechas de piel de oveja. Otros carros mostraban mártires y santos, a través de intérpretes o pintados. Los Apóstoles ya eran muy importantes en esa época; caminaban cubiertos con una careta o “rostro”, precedidos por Cristo, haciendo referencia a la institución de la Eucaristía en la Última Cena. También se instalaban a lo largo del recorrido pequeños escenarios, donde se llevarían a cabo sencillas representaciones o danzas.
La Cofradía de los Apóstoles es en la actualidad, y desde hace muchos años, la principal impulsora de las fiestas del Corpus Christi en la ciudad. A la vez es quien le da la nota de originalidad y colorido, potenciando tanto el interés como el atractivo de los actos en los que participan.
Lo mas conocido de la cofradía de los Apóstoles, por lo que es popular en Guadalajara, es su papel principal en la procesión del Corpus. Allí trece de sus miembros se caracterizan de Jesús y los Apóstoles, para desfilar rodeados de los niños que ese año han hecho la Primera Comunión. Visten túnica y sandalias de cuero, además portan el atributo personal con el que se identifica cada Apóstol. Son características, además, las generosas barbas y melenas postizas de que hacen gala
En los últimos tiempos ha ido cobrando ímpetu el desarrollo de la procesión, con la recuperación de tradiciones perdidas, como los altares en las calles, y el desarrollo de nuevas iniciativas, como la decoración del pavimento con mosaicos de colores.
Actualmente preside la comitiva el estandarte de Corpus Christi, seguido de los representantes de todas las cofradías de Semana Santa. Luego desfilan los Apóstoles, rodeados de niños en traje de primera comunión. Después pasa la carroza con la custodia, tras la que va el Obispo o el Vicario, las autoridades civiles y militares, el pueblo y la banda de música.
ALFOMBRA ORNAMENTAL DE NUESTRA COFRADÍA
Fue en el año 1999 cuando algunos componentes de la Junta de Gobierno de la Cofradía de la Pasión del Señor propusieron la idea de confeccionar el día del Corpus Christi una alfombra ornamental para realzar, más si cabe, la festividad que tanta tradición tiene en la ciudad de Guadalajara esta fiesta.
Las representaciones que podemos admirar son los escudos de la cuidad, de la Cofradía de los Apóstoles y de la Pasión del Señor. Ejecutados con gran maestría a partir de serrín coloreado. En su elaboración se emplean más de 35 sacos de ese material, que superan los 400 kilos, y 25 litros de tinte blanco, verde, rojo, azul o naranja. Para perfilar los dibujos se usan posos de café, que consiguen de los barres de la zona, los cuales suelen colaborar con algún donativo que ayude a la iniciativa, al igual que otros comercios. También las flores son protagonistas de esta original alfombra, repartidas en macizos de colores. La zona donde se ubican los mosaicos es el entorno de Miguel Fluiters y Santa Clara, en pleno centro de la ciudad.
Puedes leer el reportaje entrevista con José de Pedro Martínez, Hermano Mayor de la Cofradía de los Apóstoles, publicado por El Liberal de Castilla en el año 2017 en este enlace
Día 17. Alcocer. Fiesta de las Mayordomas
Se trata de una fiesta, declarada de interés turístico provincial, que recuerda la hazaña realizada por las mujeres del pueblo, a finales del siglo XI, motivada porque, los hombres, al encontrarse luchando contra la invasión musulmana, ellas solas, ataviadas con cintas de colores, baratijas y flores, consiguieron ahuyentar a los moros que pretendían apoderarse del pueblo.
Las Mayordomas, desde la Plaza Mayor irán a por la patrona, la Virgen del Tremedal, a la que llevarán en procesión por las calles del pueblo. Tras la procesión, los alcocereños se concentran en la plaza donde las mayordomas acuden repartiendo una fresca limonada y unos estupendos bollos y mantecados caseros.
El traje típico de Mayordoma de mujeres y muchachas está compuesto por falda roja bordada en negro, blusa y mandil negros que contrastan con el velo de encajes que lucen en la cabeza adornada de cintas y flores.
Día 18. Danzas y Loas a la Virgen de la Hoz
El Santuario de Nuestra Señora de la Hoz se encuentra dentro del parque natural del Alto Tajo en un marco natural conocido como el «Barranco de la Hoz», modelado por las aguas del rio Gallo entre las formidables rocas siendo, algunas de ellas, las llamadas «Huso”, la «Rueca o la que, los lugareños, llaman la «Cobertera».
El Santuario entra en la historia tras la reconquista de Molina en 1129 por Alfonso I «El Batallador», cuando un zagal de Ventosa, buscando la oveja perdida, encontró la imagen de Ntra. Sra. de la Hoz escondida en la naturaleza salvaje para que no fuera profanada ni destruida por los árabes y, así, en ese lugar, se decidió construir una ermita y una casa para acoger a los numerosos devotos que acudían a venerarla de todos los lugares de la comarca.
Loa y Danzas de Molina de Aragón a la Virgen de la Hoz: Una tradición centenaria. Pascual Crespo Vicente
La Loa y Danzas de Molina de Aragón debe ser contemplada en el contexto de las manifestaciones teatrales populares que todavía perviven en España y en la provincia de Guadalajara, en particular. Pero además, debe tenerse en cuenta la relación directa con otras manifestaciones teatrales populares, con las que en algún momento ha compartido espacios escénicos y geográficos, en especial con el denominado dance aragonés, a través de la centenaria presencia de Odón en el Barranco de la Hoz. La Loa de Molina conserva el sabor del teatro primigenio, con raíces quizá en el teatro grecolatino.
La puesta en escena sin duda responde a un código no escrito que cada año, desde tiempo inmemorial, el consueta o director es capaz de revivir con toda precisión. Los actores se mueven con naturalidad en el escenario, guardando ciertas reglas para la entrada y salida. Los pastores (el pueblo) siempre tienen entrada salida por la derecha de los espectadores, junto a la imagen. Otros personajes (desconocidos), y por supuesto el diablo (las fuerzas del mal), siempre por la izquierda de los espectadores, mientras el Ángel (las fuerzas del bien) aparecen por el centro, que está especialmente adornado con un arco de ramas. La mayoría de piezas vienen escritas en versos octosílabos, que los actores declaman con naturalidad sorprendente. Todo ello le da un aire de sencillez y autenticidad fuera de lo común. Sin duda, el contraste entre los personajes, mayoral y zagal, en esta pieza aparenta afectado de sordera, junto a la personalidad medrosa y comportamiento cambiante del zagal frente al supuesto peligro da ocasión para desarrollar diversos recursos humorísticos, arrancando las risas del público. Con unos versos críticos del zagal finalizará esta primera parte. No siempre se representa la misma pieza, a veces se introducen variaciones o recortes, desdoble de personajes sobre el original, pero la esencia siempre es la misma: la lucha del bien contra el mal.
Día 18. La Octava del Corpus en Valverde de los Arroyos
La Fiesta de la Octava del Corpus de Valverde fue declarada de interés turístico en el año 1980. Su celebración se remonta probablemente al s. XVI, y se celebra, como su nombre indica, a los ocho días del Corpus.
El Día de la Función amanece al son del tambor y la gaita, con los primeros ensayos de los danzantes, al tiempo que los mozos y mozas engalanan el pueblo y la era con las “lámparas”. A media mañana, los danzantes acompañan al cura y predicador hasta la iglesia, donde celebran la misa también flanqueados por los danzantes. Después sale la procesión, con el Santísimo escoltado por los danzantes y los miembros de la cofradía. Al son del tambor y las campanas, y tras detenerse en un altar preparado en la plaza por las cofrades, llega a las eras, donde se ofrece al Santísimo la Danza de la Cruz.
Acabada la procesión se celebra en la Plaza de María Cristina la subasta de las rosquillas del Ramo, y se ejecutan otras dos danzas: primero una de paloteo, los Molinos, y tras la subasta se danza El Cordón, una de las más brillantes por la trama de giros y cruces que tienen que hacer y deshacer sin error. La mañana concluye con la representación en el Portalejo de los Autos Sacramentales, loas y sainetes, obras originales del pueblo, en tiempos interpretados por los danzantes y ahora por sus hijos o allegados.
Puedes leer este reportaje, realizado para RNE, en el año 1986, y escuchar las voces de Raimundo que, entonces, tenía 92 años y la de su mujer, Severiana, de 82. También tienes las voces de Ángel Chinarro, María Benito, Manuel (el Botarga) y Gregorio Mata pinchando aquí.
Día 23. Arcos de San Juan en Sigüenza
La fiesta de San Juan, también llamada de la Noche de San Juan, se celebra en la víspera del 24 de junio. Una fecha muy cercana al solsticio de verano festejado desde la antigüedad con el encendido de hogueras. Esa tarde los diversos barrios de Sigüenza adornan sus calles y plazas con los “Arcos de San Juan”, hechos de ramas de chopo y engalanados de rosas, y presididos por imágenes del santo, ante los que se dispone una mesa adornada también con ramas de sanjuaneras y otras hierbas aromáticas y una bandeja para recibir ofrendas con las que pagar el tradicional chocolate.
Por la tarde/noche las autoridades civiles y los representantes de diversas asociaciones seguntinas, acompañados por dulzaineros, recorren todos los arcos que se han presentado al concurso, entre los que destacan los elaborados en las tres Residencias de Ancianos, para elegir el mejor. Ante los arcos se cantan y bailan las “Sanjuaneras” por vecinos de muy diversa edad ataviados con trajes típicos. Y, ya en la noche, en la Plaza Mayor se entregan los premios, tras la actuación de la Rondalla seguntina y su grupo de baile, mientras arde una hoguera en honor del santo.
Día 24. Jadraque. Cena medieval y Hogueras de San Juan
Las tradicionales hogueras de San Juan, en la actualidad, se celebran el sábado más cercano a la noche de San Juan. Fueron recuperadas en el año 1988 por los vecinos para juntarse en una popular cena medieval y el posterior salto de las hogueras, teniendo como marco privilegiado el Castillo del Cid.Todos los participantes, jadraqueños y forasteros, se reúnen en el interior de la fortaleza, ataviados con trajes medievales para la cena, amenizada por dulzaineros. A las doce de la noche se encienden las hogueras, donde los más atrevidos saltan el fuego, para dar la bienvenida al verano y ver amanecer, desayunando chocolate con churros. El Castillo se engalana con banderas y pendones.
Celebración con una fuerte vinculación con el Cid Campeador por ello la organización entrega el premio Don Rodrigo y Doña Jimena para reconocer la trayectoria, los valores, la actividad y el compromiso de un hombre y una mujer, haciéndoles entrega de una espada Tizona.
Día 25. Utande. Loas y Danzas de San Acacio
La fiesta comienza a primera hora de la mañana cuando, un grupo de dulzaineros, recorre las calles de este pequeño pueblo alcarreño. A media mañana la imagen de San Acacio sale de la iglesia y los ocho danzantes le reciben arrodillados. Los devotos pujan por cada uno de los cuatro brazos de las andas para obtener el privilegio de portar la venerada imagen durante la procesión. Al llegar a la plaza se hace una parada en la que los danzantes interpretan una danza al son del laúd delante del Santo. Los danzantes visten enaguas y camisa blancas, un colorido pañuelo anudado a la cintura, cintas de color rojo atadas a la altura de los codos, varias cintas de colores sobre la espalda y una banda que cruza el pecho que hace alusión a la que porta el Santo. Llevan medias caladas de color blanco, y zapatillas del mismo color decoradas con una escarapela. Para la danza utilizan largos palos de mimbre y castañuelas adornadas con madroños.
Tras la procesión tiene lugar la misa, y tras ésta todo el pueblo se congrega en la plaza donde tienen lugar la Loa y las Danzas, momento álgido de la celebración. Primero tiene lugar la Loa, en la que intervienen cuatro danzantes, el gracioso, el demonio, y el ángel.
Tras la huida del demonio, habiendo triunfado el Bien, los danzantes hacen alabanza al santo y el gracioso da fin a la loa en tono gracioso, haciendo crítica humorística de las mujeres y de su propia vida, y hablando de los pueblos vecinos. Por último pide la bendición al santo y saluda a las autoridades y al cura dándoles las gracias y la enhorabuena por haber podido celebrar las fiestas. Acaba recitando alabanzas a San Acacio:
Adiós Acacio Glorioso
estrella muy relumbrante
échanos la bendición
al gracioso y los danzantes.
Adiós Acacio Glorioso
adiós estrella de guía
échanos la bendición
a todos los de esta villa
Adiós Acacio Glorioso
estrella de resplandor
si en algo os he fallado
también os pido perdón.