Majaelrayo y los Danzantes del Santo Niño
Los protagonistas de la fiesta son ocho danzantes, aunque antiguamente eran doce, que bailan, con unos característicos trajes, delante de la imagen del Santo Niño.
Entre las danzas tradicionales que desarrollan podemos encontrar piezas de paloteo, las clásicas cintas y un nutrido y tradicional repertorio serrano como la Danza de Espadas o la Danza de las Fajas.
Los danzantes intervienen en la fiesta activamente, ayudando en la Misa, y acompañando al sacerdote cuando se traslada en procesión hasta la plaza. Antiguamente, ellos interpretaban también una especie de «auto» o comedia humanística, de raíz pastoril, así como recitaban una loa en honor del Santo Niño.
Junto a estos danzantes no podrían faltar los botargas y la música que acompañan todos los bailes. Además, el botarga y el aspirante a botarga, salen el último día de las fiestas, momento en que el aspirante tomaba el relevo y promete cumplir sus deberes al año siguiente. Durante la misa, el botarga está pendiente para que nadie se duerma o se distraiga después de la noche de fiesta. Si lo hace “comerá sopas”, una especie de papilla hecha con salvado que lleva en un cuerno de vaca colgado de la cintura y con la que restriega al distraído, mientras el otro, con la cachiporra en la mano permanece vigilante. Las misiones de estos botargas son perseguir a los niños, pedir limosnas para la iglesia y la Hermandad y asistir a todos los actos religiosos.
LAS DANZAS
Es variado y tiene cada una de ellas una característica especial. Unas danzas, se denominan de palo abierto, otras de palo cerrado, y otras como las espadas, las fajas, el cordón y las castañuelas, que no tienen letra (o no ha llegado hasta nosotros), quizás signifiquen conmemoraciones o hechos guerreros indeterminados.
En la plaza, los danzantes dedicaban al Santo Niño, una loa y unas comedias (un auto sacramental llamado el pueblo cristiano), hasta hace años.
El número de danzas, es de doce. Unas con letra, que es recitada calladamente por los danzantes a medida que se baila y que ayuda al baile. Otras son sin letra. Y son: El Saludo, Pena negrito, Domingo me enamoré, Una dama con chinchilla, Ramales afuera, Antón Molinero, Marizápalos, Al milano se nos da, Las espadas, Las fajas, El cordón y Las castañuelas.
Las espadas, es una danza espectacular, de rito guerrero, con aroma de romance y de leyenda. Los danzantes, con sus espadas y escudos, bailan con movimientos rítmicos y señoriales, trazando giros y juegos simbólicos, con reminiscencias de danzas paganas.
Vídeo de Michele Bergamini, grabado en el año 2015. Redes sociales
Majelrayo
Mayaelrayo se enclava en el valle a orillas del Jaramilla sitiado por los picos Ocejón, Atalaya, Campachuelo, Collado de San Pedro, las Cabañuelas y Cabeza del Rocín, que parecen sumergir el valle, la cuenca y el pueblo bajo la sierra. Semblante de la arquitectura negra de la zona, la pizarra baña sus casas salpicada por la madera de su armazón y sus vanos. Dentro, las estancias se distribuyen en la planta principal, donde destaca la cocina con la cuadra integrada o aneja; sobre este cuerpo, el zaguán sirve de almacén y lleva su nombre: “el sobrao”. La extensa cubierta de pizarra con pendiente a dos aguas completa la estampa de la construcción popular típica de la zona. Las calles se adaptan a la orografía y aun a las piedras que brotan del suelo y condicionan la calle y el paso.
La iglesia, aunque de construcción moderna, se hizo con la intención de integrarse en el entorno y no desentona del conjunto. Los baños de Robledo tuvieron durante años un gran prestigio por sus aguas curativas. Tienen interés también sus fuentes de deliciosas aguas: la Fuente del Caño del siglo XVIII se asocia con los años de mayor esplendor; las otras dos, la de Fuente Buena y la de la Fuente de las Cabezadas, continúan calmando la sed de los huertos y de los habitantes que acuden a ellas a recoger sus aguas.
Pero sin duda Majalrayo ofrece entre sus mayores tesoros el deleite del camino y la naturaleza. La ascensión a los picos que lo circundan, la excursión del río Jaramilla o la ruta al Arroyo y Cascada de la Matilla, ofrecen al senderista excursiones de distinta duración, dificultad y paisaje donde poder elegir o suceder.