¿Qué hacer este fin de semana en Guadalajara?
El calendario festivo, que en septiembre llega con algunos Cristos y la conmemoración de la muerte de San Agustín, en Fuentelaencina, viene marcado por las Vírgenes porque si el pasado día 1 se festejó a la Virgen de los Remedios, este domingo será a la Natividad de la Virgen María, el día 12 al Dulce Nombre de María, el 15 a Nuestra Señora de los Dolores y, el 24, a Nuestra Señora de la Merced.
La Reverencia en Orea
Orea, a los pies de la sierra del Tremedal, en el Parque Natural del Alto Tajo, es el municipio ubicado a más altura de toda la región con 1.502 metros de altitud sobre el nivel del mar. Una vez allí, a la entrada del pueblo, la primera imagen tipo selfi en lo que llaman el Pairón de las Ánimas que no deja de ser una especie de humilladero. La iglesia parroquial, del siglo XVII, de sillar y sillarejo de tonos intensamente rojizos te va a gustar como te gustará la típica Casa Grande.
Sin embargo, aunque el verano está diciendo adiós, lo que te va a encantar es su patrimonio natural: el Cerro de san Cristóbal a 1.862 metros de altitud, la Laguna de Salobreja, el antiguo volcán de Orea, lo que llaman el río de piedras que viene a ser un enorme talud de derrubios enormes, el pino de las siete garras porque se ramifica así, con siete ramas, los callejones de Peñas Rubias que no dejan de ser una Ciudad Encantada diaclasada (con grietas) y las áreas recretivas. Un paraíso para vivirlo con tiempo y respeto.
La Fiesta mayor de Orea se celebra entre el 7 y el 11 de septiembre en honor a la Virgen patrona —la de la Asunción— y del Santo Roque. Estas celebraciones son famosas por la ceremonia de la Reverencia de los Cargos y el Bandereo de los Quintos, que consiste en un baile de banderas ante la imagen en el que compiten muchos jóvenes con cabriolas de pesadas banderas manejadas con una sola mano. Hay tres palos clave: la alabarda, el bastón y la bandera, que es la más vistosa porque es la que se mueve. Una tradición similar a la que tiene lugar en muchos pueblos del Parque Natural de la Serranía de Cuenca, con “Los Cargos”, que visten traje oscuro y cubren la cabeza con un sombrero adornado con florecillas blancas. Cargos que, igualmente, llevan alabarda que representa el poder militar, bastón emparejado con el poder local y la bandera que representa el poder religioso. Es de Interés Turístico Provincial
Romería del Santo Alto Rey
En el mapa, como podemos observar, hay una zona geográfica que, a pesar de estar dispersos sus núcleos de población, son capaces de unirse para llevar a cabo, en común, la Romería del Santo Alto Rey. Esos municipios son Bustares, Albendiego, Aldeanueva de Atienza, El Ordial, Gascueña de Bornova, las Navas de jadraque y Prádena de Atienza.
Otra de las grandes romerías, que pueblan la geografía provincial, es esta del Santo Alto Rey de la Majestad y Ntra. Sra. de los Ángeles que tiene, por particularidad, que su celebración se desarrolla en la cima del Alto Rey donde se asienta la ermita que, al parecer, tiene un orígenes templario.
Por la mañana los romeros de los vecinos pueblos suben hasta la ermita con sus cruces procesionales y rojas banderas, las cuales deben ser portadas entre varios hombres dado el continuo y fuerte viento que azota estas latitudes serranas. Se organiza, entonces, una procesión con la imagen, que suele ser portada por mujeres vestidas con el traje tradicional alcarreño, desde la ermita hasta la pradera donde se celebrará una multitudinaria misa de campaña. Finaliza la celebración festiva, en la que participan habitualmente cerca de un millar de fieles, con una fraternal y alegre comida campestre al son de las dulzainas.
Herera Casado escribe que, la Romería al Santo Alta Rey, es una tradición muy antigua que ya figuraba en la Relación Topográfica que, Bustares, envió, en 1580 al rey Felipe II: «a media legua del dicho lugar de Bustares está en lo alto de la sierra una casa y hermita que se nombra e llama del Señor Rey de la Magestad, la qual es de grandísima devoción, é a donde por esta causa acuden y vienen gente de muchas partes». Esto es justificación de achacar una gran antigüedad a esta costumbre romera, pues si en los años finales del siglo XVI existía esta acendrada y multitudinaria costumbre, quiere decir que sus inicios eran muy anteriores, quizás medievales.
Vídeo de Ángel Esteban (Redes sociales)
Estas romerías, sin embargo, eran particulares, de cada pueblo en solitario y se celebraban en días diferentes a lo largo del año aunque predominaban en la primavera, bien entrada, y en el final del verano, Sin embargo, y según se refiere actualmente en los pueblos del contorno, la caída de un rayo allá por los años cuarenta, en medio de la reunión festiva, y que supuso la muerte de un hombre y su perro, así como el posterior fallecimiento de una señora y el susto correspondiente de todos los asistentes, hizo que se unificara la subida al monte por parte de todos los pueblos comarcanos, y así ha seguido haciéndose hasta ahora.
¿Una vez allí? Pues además de disfrutar de la jornada, guarda algo de tiempo para ver un grabado, en la piedra de la ermita, en el que se contemplan tres cabezas que se refieren a la leyenda de los tres hermanos envidiosos en la que se narra que, el poderoso Señor y Brujo de una tribu prerromana en tierras de lo que hoy son las provincias de Zaragoza, Soria y Guadalajara, enviudó y tuvo que hacerse cargo de sus tres hijos que se llevaban muy mal. Las duras peleas entre los hijos iban siendo cada vez más frecuentes, hasta que el padre, harto de las riñas entre sus hijos, decidió cargarles una maldición eterna de tal manera que pudieran verse pero no hablarse, convirtiéndoles así en tres altas montañas que situaría a cada extremo del territorio para que sirviera de ejemplo para tribus cercanas: el mayor, Moncayo, el mediano, Ocejón, y el pequeño, Alto Rey.
Recomendación. Reservad tiempo, si fuera posible, para visitar la iglesia románica de san Lorenzo, en Bustares y, sobre todo, la ermita iglesia románica de Santa Coloma en Albendiego.
Cifuentes y la romería a la Cueva del Beato
Cada 8 de septiembre, y desde tiempos inmemoriales, los cifontinos y gentes de los pueblos aledaños se desplazan hasta la denominada Cueva del Beato, para pasar un día de romería, donde comen, meriendan, asisten a misa y sacan en procesión a la Virgen de Loreto, patrona de la villa.
En este antiguo lugar se asienta el santuario de Nuestra Señora de Loreto, del siglo XVII, conocido con el sobrenombre de la “Cueva del Beato” pues, según la tradición, desde siglos remotos, existía ya en ese mismo sitio una pequeña ermita donde se retiró un ermitaño llamado Blas de Oreto, martirizado posteriormente por Leovigildo en el año 585.
La jornada festivo-religiosa transcurre en medio de un precioso paraje natural, perfectamente acondicionado para pasar un día de campo, en absoluta tranquilidad y sosiego, a la sombra de los pinos y contemplando las bellas panorámicas que se nos ofrecen desde este enclave. Tras la procesión, numerosos fieles se acercan a besar el manto de la Virgen e introducirse en la cueva del Beato mientras que, a la puerta de la ermita, se procede a subastar diversos productos ofrecidos a la Virgen y también los brazos o andas de la Virgen con el fin de llevarla al año siguiente. Se trata de una fiesta de Interés Turístico Provincial.
Recuerda que, Cifuentes, es el de las cien fuentes pero, además, tiene su iglesia de San Salvador, del siglo XIII, con portada románica aunque, el templo, mezcla elementos románicos, góticos y renacentistas. No te olvides del conventos de santo Domingo, de la casa de los Gallos y de la Plaza Mayor del XVI, triangular y típicamente castellana.