La procesión de los faroles ha cumplido su 91 aniversario en Sigüenza, puesto que su origen documentado data del año 1928. Consta al efecto que fue en la fiesta de la Virgen de la Mayor, patrona de Sigüenza desde el siglo XX e imagen mariana fundacional de la catedral seguntina del mes de agosto de 1928. Entonces, la fiesta de la Virgen de la Mayor se celebró un domingo día 19 de agosto, si bien algunas fuentes escritas dicen que la procesión fue el día 17 de agosto.
La fiesta de la Virgen de la Mayor es el domingo siguiente a la solemnidad de la Asunción de María -15 de agosto-, excepto cuando este día es el día de san Roque, 16 de agosto, patrono también de Sigüenza que pasa a ser el domingo siguiente, de modo que la fiesta de la Virgen de la Mayor oscila entre el 17 y 23 de agosto.
Hoy, 18 de agosto, la procesión ha resultado multitudinaria, con más de 3.000 personas siguiendo su recorrido, desde la Catedral de Sigüenza, y por las calles de Medina, San Roque, Paseo de la Alameda y Cardenal Mendoza, antes de entrar de nuevo en la Catedral. Acompañando la procesión, a los seguntinos y a la corporación municipal han estado la ministra en funciones, Magdalena Valerio, el presidente de las Cortes de Castilla La mancha, Pablo Bellido; el vicepresidente primero de la Diputación, Rubén García; los diputados provinciales Ramiro Adrián y Teresa Franco, y el senador Julio García entre otras autoridades locales, provinciales, regionales y nacionales. La representación de la corporación municipal la presidió María Jesús Merino, alcaldesa de Sigüenza, “este de la Procesión de los Faroles es uno de los momentos especiales que vive nuestra ciudad, siempre tan hermosa, pero hoy especialmente. Es imposible no quererla y no divulgar sus bondades, y a esa tarea nos vamos a encomendar”, comentaba la alcaldesa al término del evento. La Banda de Música de Sigüenza, ha engalanado, con sus marchas procesionales, el recorrido. Igualmente contó la procesión con la presencia del obispo de la diócesis, Atilano Rodriguez, que dirigió unas palabras a los fieles, antes de que la Virgen de la Mayor entrara de vuelta a la Catedral.
Sobre la procesión de los faroles
Las gestiones para dotar a esta procesión de un rosario de faroles se iniciaron en 1926. La iniciativa del rosario de faroles partió de la Cofradía de la Virgen de la Mayor y de su abad, el canónigo maestrescuela Francisco Toro Viagel. La elaboración de los faroles se encomendó a León Quintana, de Zaragoza, en cuyos talleres de artesanía del vidrio se realizaron los cinco faroles grandes correspondientes a los cinco misterios gloriosos del rosario (Resurrección, Ascensión, Pentecostés, Asunción y Coronación de María) y faroles de mano con el Padre Nuestro, Ave María, Gloria y Letanías.
Gravemente dañados estos faroles en la guerra civil española, nada más concluir esta, en el verano de 1939, un grupo de seguntinos residentes en Madrid, animados y aglutinados por Valentín Fernández Serrano, promueve una colecta popular para la restauración de los faroles y aquel mismo mes llega a Sigüenza su artesano, León Quintana Bianchi, para evaluar la posible restauración de los faroles.
Por fin, en el verano de 1943, reparados ya los faroles en el citado taller zaragozano, procesionan ya restaurados por primera vez en la fiesta de la Virgen de la Mayor, que en 1943 hubo ser el 22 de agosto, si bien fuentes escritas afirman que la procesión fue el día 17 de agosto.
El Rosario de Faroles de la Cofradía de la Virgen de la Mayor hace memoria del rezo del santo rosario. El rezo del santo rosario es la devoción mariana más característica y popular. Tal y como está ahora configurado el rezo del rosario, data de los siglos XII y XIII y gracias, respectivamente, a la difusión que de él hacen los cistercienses y los dominicos.
Los faroles de la Procesión
El Farol de la gran cruz del rosario de faroles es de cristal policromado y la armadura de los vitrales. Está montado sobre un soporte de hierro y es conducido a hombros por los fieles. Todo el armazón del chasis está cubierto con faldones de paño de color azul. En este caso, como en el del resto, la iluminación interior ha sido tradicionalmente mediantes vela, si bien desde 2018 ha comenzado a implementar iluminación LED.
A continuación salen cinco faroles monumentales con los cinco misterios gloriosos, de estilo neogótico-bizantino, también como todo el conjunto, obra de los Talleres Quintana de Zaragoza. Están formados por un chasis con tirantes de hierro, adornados con piezas de hojalatería y latón, cubiertos todos los espacios con vitrales con multitud de piezas de polícromos cristales. Sus diseños son geométricos. Están realizados con vidrio soplado y placado, pintado y esmaltado, cocidos al horno, y procedentes de la casa Degrand de Burdeos (Francia). Predominan los colores azul y vino, combinados. Como remate de cada uno de los cinco faroles, hay cinco tulipas de color blanco. A los lados, en vitrales verdes, se indica mediante letra el número del misterio glorioso correspondiente. Están montados sobre un armazón de hierro y son portados por fieles también a hombros. El armazón de los cinco misterios está recubierto por faldones de color azul. Las dimensiones de estos cinco faroles son 0,83 metros de ancho por 0,83 metros de largo por 2,40 metros de alto.
Rodeando a cada uno de estos cinco faroles monumentales de los misterios gloriosos del santo rosario figuran doce faroles de mano –sesenta en total- en cristal azul y blanco, que representan el Padre Nuestro, las diez Ave María y el Gloria (las oraciones que acompañan a cada misterio del rosario).
Las letanías lauretanas son un conjunto de invocaciones, súplicas o plegarias litánicas. Su apellido “lauretanas” obedece a que se rezaron inicialmente, a partir del siglo XVI, en el santuario italiano, junto al Adriático, de la Virgen de Loreto, también llamada la Casa de la Virgen ya que, según una piadosa tradición allí, desde el siglo XIII, se encuentra la casa de la Sagrada Familia en Nazaret. Estas letanías fueron confirmadas por el Papa Sixto V en el año 1587 y en el año 1601 el Papa Clemente VIII autorizó su rezo para toda la Iglesia. Las letanías lauretanas recogen los dogmas marianos (Inmaculada, Maternidad Divina, Virginidad y Asunción) y los principales títulos y advocaciones a María. A finales del siglo XIX, el Papa León XIII, el Papa del Rosario, pidió que su rezo se insertara al final del rosario durante el mes de octubre, mes que él dedicó a esta oración. Las letanías lauretanas del Rosario de Faroles de la Virgen de la Mayor de Sigüenza están integradas por 63 faroles de mano, en azul sobre cristal blanco, unos en forma de estrella, otros en forma de triángulo y algunas en forma octogonal, que ofrecen una gran impresión por su cantidad, calidad y variedad. Coronando cada farol, hay un farol con piezas de hojalatería y latón en forma de corona. Igualmente, y en las mismas secuencias temporales de 1928 y 1943, fueron realizados en Talleres Quintana de Zaragoza.
La Salve, Regina Mater es una oración mariana compuesta por san Pedro de Mezonzo, en el siglo X. El santo fue monje benedictino y después obispo de Iría Flavia (actual Santiago de Compostela). Esta oración fue completada, en el siglo XII, por el francés Bernardo de Claraval, abad de la abadía cisterciense de Claraval y destacado autor de piedad mariana (es, por ejemplo, autor de libros y escritos mariano y de la oración “Acordaos”). El magnífico farol de la Salve de estilo neogótico-bizantino, construido con molduras metálicas y vitrales polícromos. La parte central del anverso es un gran vitral ovalado, en cuya cartela se lee Salve, Mater Regina (Salve, Reina y Madre de Misericordia…, las primeras palabras con las que comienza la Salve). La parte central del reverso es un gran vitral, en cuya cartela están las letras del anagrama de la Virgen María. Vitrales de distintos diseños, tamaños y coloridos completan la decoración. Todo el conjunto está montado sobre un chasis de hierro cubierto con faldones de paño de color azul. Portado a hombros por los fieles, su interior se ilumina, como los anteriores faroles, con vela o con bombilla led, y es obra de Artesanía Quintana de Zaragoza.
En 1998, la Cofradía de la Virgen de la Antigua de Guadalajara ofrece a la Cofradía de la Virgen de la Mayor de Sigüenza dos faroles de los dos primeros misterios gozosos (Encarnación y Visitación) y dieciocho faroles de mano. Eran entonces abades de estas cofradías los sacerdotes José María León Acha y Felipe Gil Peces Rata. Los faroles donados por la Cofradía de la Virgen de la Antigua de Guadalajara precisaban y precisan una restauración que no ha sido posible todavía acometer. Con fecha 15 de diciembre de 2005, la Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha, a través del director general de Turismo y Artesanía, Rafael Cabanillas Saldaña, declaró a la procesión de faroles de la Virgen de la Mayor de Sigüenza fiesta de interés turístico regional.
Desde el año 2014, la entera colección de faroles se conserva en el exterior del claustro catedralicio, inicialmente en la panda oeste y desde 2016 en la panda sur. En la actualidad, se han dado los primeros pasos para su musealización. Con anterioridad, estuvieron en la sala grande o refectorio del claustro (panda norte) y en la girola de la catedral. Como referencia bibliográfica esencial, fuente de este trabajo, es preciso citar el libro “El Rosario de Faroles de Sigüenza”, de Felipe Peces Rata. El libro tuvo una primera edición en el año 2016 y una segunda en 2015.
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