Fue en marzo del 2019 cuando el diputado David Llorente llevó al Pleno de las Cortes regionales una proposición no de ley apoyada por C-LM Stop Macrogranjas que fue rechazada con los votos de PP y PSOE. En dicha PNL se pedía que se pusiera en marcha una moratoria que paralizara las autorizaciones de explotaciones porcinas intensivas en la región en tanto no se definiera y se ejecutara un Plan Estratégico de Ganadería Intensiva que, además debería someterse a una Evaluación Ambiental Estratégica que valorara de forma detallada y rigurosa el impacto ambiental acumulado de la ganadería intensiva en Castilla-La Mancha.
Han pasado 2 años y la situación se ha agravado, ya que no dejan de publicarse en el Diario Oficial de Castilla-La Mancha proyectos de nueva instalación y ampliaciones de los ya existentes, la mayoría de estas últimas con modificaciones que dicen llamarse “no sustanciales”. Sobre todo desde el pasado verano, cuando el sector ganadero fue declarado sector estratégico en la Ley de Medidas Urgentes para la Declaración de Proyectos Prioritarios en Castilla-La Mancha.
A diferencia de los poderes públicos, los vecinos somos testigos de los efectos que estas explotaciones ganaderas industriales causan en nuestros municipios. Comprobamos cómo estos proyectos no son alternativas dinamizadoras de la economía de la zona, ni han fijado población, como dicen. Al contrario, suponen una merma de calidad de vida, ya que generan problemas tan graves como malos olores y nitrificación del agua abastecimiento público.
Por eso, reclamamos y exigimos al gobierno de la región, nuevamente, que apruebe una moratoria que frene las autorizaciones de nueva instalación y las ampliaciones de las existentes, y que trabaje en un plan estratégico que evalúe los efectos no sólo medioambientales, sino económicos y demográficos. Reclamamos también que la Junta cuantifique el censo ganadero que es viable por territorio teniendo en cuenta el consumo de agua y la producción de purines.
La Diputación de Ciudad Real y la de Albacete han aprobado sendas mociones instando al Gobierno de Castilla-La Mancha a frenar estos proyectos, así como varios Ayuntamientos como el de Albacete, Barchín del Hoyo, Cardenete… Son numerosos los consistorios que viendo la pasividad del gobierno regional han decidido blindar sus municipios con normativa urbanística y de vertido de purines.
Por otro lado, el Gobierno de Navarra ha aprobado una moratoria a la concesión de nuevas licencias de ganadería industrial vacuna con 120.882 cabezas. Sin embargo, Castilla-La Mancha con un censo de 3.867.725 cabezas de porcino sigue apoyando con subvenciones al sector al considerarlo estratégico y en ningún caso valora globalmente el alto impacto de estas magnitudes en el consumo de agua, generación de purines y en el bienestar de sus ciudadanos. Al igual que Navarra, la Xunta de Galicia está trabajando en una moratoria que limite la proliferación de proyectos en su comunidad autónoma.
Urge un plan estratégico que regule el sector sin dañar la economía de la zona, ni la salud, ni la calidad de vida rural. Por eso, animamos a los vecinos a unirse y reclamar junto con las plataformas vecinales “Moratoria ya, ni una licencia más” en una manifestación que se celebrará en Toledo el 23 de mayo a las 12:00 h, desde el Paseo de la Vega hasta el Palacio de Fuensalida. Y no solo en nuestra región, también se llevarán a cabo concentraciones y manifestaciones en varios puntos del territorio nacional: Jumilla, Yecla, Zamora, Soria, Burgos, Palencia, Segovia,… todos contra la Ganadería Industrial en defensa del futuro sostenible de sus pueblos.