La Unión Europea demanda a cada Estado miembro la elaboración de un Plan Nacional Integrado de Energía y Clima 2021-2030 (PNIEC), cuyo objetivo es el ahorro, la eficiencia energética y avanzar en la descarbonización, sentando unas bases firmes para consolidar una trayectoria de neutralidad climática de la economía y la sociedad en el horizonte 2050. Para conseguirlo, el PNIEC pretende alcanzar en el año 2030 los 89GW instalados por las energías renovables eólica y fotovoltaica. Hasta ahora, ya se han concedido permisos para la instalación de 211 GW, que sumados a los 36 GW ya instalados, casi duplican la capacidad de generación que evalúa el Estudio de Impacto Ambiental Estratégico del propio PNIEC.
El modelo centralizado es el que se está desarrollando en nuestro país, lo que implica la instalación de megaplantas eólicas y fotovoltaicas y sus infraestructuras de evacuación, ocupando extensos territorios. Estas megaplantas se ubican preferentemente en zonas esteparias usadas tradicionalmente para la agricultura de secano y la ganadería extensiva.
Daniel Touset, diputado de Unidas Podemos-Izquierda Unida en Guadalajara, muestra su preocupación ante los serios problemas que acarrea la expansión de proyectos de energía renovable fotovoltaica: “El modelo que se está utilizando para implantar las renovables está suponiendo ya graves perjuicios para el patrimonio natural, para la diversidad biológica y también para nuestros entornos paisajísticos. El sector primario, la labor cinegética controlada y el ecoturismo son las actividades que siguen sustentando la economía de muchos pueblos de nuestro entorno. La desaparición de los cultivos y la ganadería extensiva pone en peligro nuestra soberanía alimentaria y la supervivencia de muchas poblaciones de la llamada España vaciada, que fijan población gracias a las actividades relacionadas con el sector primario. Estamos hablando de un `boom´ descontrolado, de una burbuja especulativa desmesurada similar a la inmobiliaria que ya vivimos y que tantas consecuencias trajo. Hacer esto es vulnerar la Ley 42/2007, de 13 de diciembre, del Patrimonio Natural y de la Biodiversidad que garantiza los derechos de las personas a un medio ambiente adecuado para su bienestar, salud y desarrollo”.
Europa apuesta por un desarrollo de las energías renovables basado en el autoconsumo, las pequeñas instalaciones frente a las grandes, con la participación de las autoridades locales en su desarrollo y comunidades energéticas. Sin embargo, el modelo centralizado de nuestro país no beneficia ni a su población, ni a los propietarios de las tierras. Es más, las megaplantas, instaladas en enormes extensiones de terreno, generan una transformación profunda del territorio, del paisaje y los seres vivos que lo habitan; sólo favorecen y lucran a las compañías eléctricas; y, por si fuera poco, son ineficientes y no repercuten en una bajada en el precio de la luz suministrada a nuestros vecinos y vecinas.
Sin ir más lejos, exponemos varios ejemplos de lo que está sucediendo en nuestra provincia: en la comarca de la Campiña donde hay proyectos que suman más de 4.500 hectáreas (adjuntamos foto-mapa elaborado por WWF y Ecologistas en Acción para una visualización más representativa); en El Casar, que ya cuenta con 98 hectáreas destinadas a proyectos fotovoltaicos, habría que sumarle 750 hectáreas de varios proyectos puestos en marcha por parte de promotoras como Grenergy o PRODIEL, que ocupará la totalidad del llano del Campo del Cubillo (Mesones) y gran parte de los llanos al norte, en Guadalajara capital; los proyectos en Usanos o Taracena se acercan a 1.500 hectáreas. “Estamos hablando de una burbuja especulativa sin precedentes que hipotecará nuestro territorio para las próximas cuatro décadas”, señala Touset.
En consonancia con la plataforma Aliente Guadalajara, Unidas Podemos-Izquierda Unida denuncia la avalancha de estos megaproyectos fotovoltaicos y pone de manifiesto lo que siempre ha defendido: la producción energética a través de energías limpias, pero no a través de este modelo. En palabras de Daniel Touset: “Somos defensores del impulso a las energías renovables: biomasa, minihidráulica, geotérmica, eólica, fotovoltaica. Democraticemos la producción de energía, favoreciendo las pequeñas instalaciones de bajo impacto ambiental y paisajístico como son las comunidades energéticas, que están en manos de muchos propietarios-usuarios: tejados solares en viviendas, naves agrícolas, industriales, zonas degradadas…”.
Unidas Podemos-Izquierda Unida ya ha presentado en varios Ayuntamientos mociones relacionada con este asunto -en el de Guadalajara, en el de El Casar y en el de Fontanar- para advertir sobre la burbuja especulativa que ya estamos viviendo con respecto a la expansión descontrolada de proyectos fotovoltaicos por toda la provincia de Guadalajara.