La senadora de PSOE Guadalajara, Araceli Martínez, ha querido poner en valor hoy dos iniciativas que ha puesto en marcha el Gobierno de España como el programa ‘Verano Joven’ y el ‘Bono Cultural’ que buscan incentivar y mejorar el acceso a ocio de la juventud en materia cultural, así como fomentar su movilidad y de las que se podrán beneficiar más de 30.400 jóvenes de la provincia de Guadalajara.
El recién creado ‘Verano Joven’ permitirá viajar con importantes descuentos a las y los jóvenes de entre 18 y 30 años tanto por España como por Europa para que puedan conocer la diversidad cultural, lingüística y la forma de vida de otros territorios. Ha supuesto una inversión de 130 millones de euros en un programa que, como apunta la propia Martínez, “es un buen instrumento para luchar contra la intolerancia que se promueve desde los ya varios partidos de extrema derecha existentes en nuestro país”.
Los descuentos de los que se podrán beneficiar van desde el 90 por ciento para aquellos servicios de media distancia convencional y viajes de autobús regular de competencia estatal; hasta el 50 por ciento en los billetes Avant; de 30 euros por billete en la alta velocidad y del 50 por ciento en el Interrail de 10 días –durante dos meses-, siempre que se comercialice a través de Renfe.
Por otra parte, la parlamentaria socialista, ha recordado que ya desde el pasado 17 de junio, las personas que hayan cumplido o vayan cumplir 18 años este 2024, pueden solicitar el Bono Cultural a través de la web habilitada para este fin donde podrán adquirir la tarjeta prepago de 400 euros para gastar en productos, servicios y actividades culturales. Contarán de plazo hasta el próximo 16 de septiembre para solicitarla, pero dispondrán de un año para canjear este dinero en los más de 3.330 establecimientos adheridos a este programa.
La tarjeta prepago –que puede ser física o virtual- se encuentra dividida en tres tramos: 100 euros para productos físicos (prensa, libros, discos, etc.); 100 euros para productos digitales (prensa digital, podcast, videojuegos en línea, suscripciones a plataformas, etc.) y 200 euros destinados para el acceso a espectáculos de artes escénicas (ópera, cine, danza, museos, etc.). “Este programa tiene dos objetivos, respaldar a la industria cultural para recuperarse de la crisis y, el segundo y más importante, generar interés entre la población joven hacia la cultura”, ha subrayado la senadora socialista ya que, según ha añadido “con el bono joven se estimula la fidelización de las y los jóvenes como público, así como consumidores y consumidoras de cultura, no solo este año, sino de cara al futuro; promoviendo así hábitos culturales”.
En Guadalajara, durante el año 2023, se registraron 1.989 solicitudes lo que supone el 65,26 por ciento de las y los beneficiarios potenciales, situándonos siete décimas más por encima de la media nacional. “Siete de cada diez jóvenes de nuestra provincia con acceso al Bono Cultural, lo ha solicitado”, ha aseverado la propia Martínez.
Al igual, las entidades colaboradoras de esta iniciativa se mantienen este año en la misma línea que el anterior en la que se adhirieron 17, la mayoría situadas en Guadalajara, pero también con presencia en localidades como Sigüenza, Azuqueca y Alovera. No obstante, apuntar que el acceso a los puntos de venta no se limita a la provincia, sino a todos los establecimientos que se han incorporado a este programa.
Apoyo al colectivo LGTBI en su reivindicación
La senadora de PSOE Guadalajara, Araceli Martínez, por otra parte, ha querido manifestar su “apoyo y el del Partido Socialista” al colectivo LGTBI en la reivindicación que hacen de sus derechos. “Denunciamos la invisibilización o, incluso la caricaturización que algunas instituciones gobernadas por las derechas, están implementando”, ha afirmado.
Además, ha querido dirigirse a todos los miembros de este colectivo que, en su lucha por los derechos, “lo hacen sin menoscabar los de las mujeres” y denuncian “algunas de las explotaciones sexuales y reproductivas más terribles como la destrucción conceptual del sistema sexo-género -entendiendo el género como un mecanismo de opresión y no una identidad-; la prostitución y los vientres de alquiler”. Es más, ha querido concluir señalando que “los deseos no son derechos y ningún derecho se puede construir socavando el de otras personas”.