La Federación de Caza de Castilla-La Mancha ha vuelto a denunciar el elevado número de corzos y jabalíes que mueren cada semana ahogados en la conducción del Trasvase Tajo-Segura que discurre por las provincias de Guadalajara, Cuenca y Albacete y donde ya calculan han muerto más de 200 animales en los últimos seis años.
Miguel Huertas Jareño, presidente de la Sociedad de Cazadores de El Picazo (Cuenca), ha explicado que la conducción del trasvase supone una trampa mortal para estas especies, especialmente para los corzos que en los últimos años ha aumentado su población.
Sólo el año pasado, ha recordado Huertas, el año pasado se llegaron a recoger muertos entre corzos y jabalíes unos 90 ejemplares en el tramo del trasvase a su paso por El Picazo, una cifra que este año puede ser mayor si se tiene en cuenta que la pasada semana se rescataron ocho ejemplares, cuatro de ellos vivos y otros cuatro muertos.
En cualquier caso, ha dicho, que los animales que son recuperados con vida tienen que ser finalmente sacrificados en su mayor parte, puesto que presentan grandes heridas en sus patas, lo que no les permiten poder volver al medio natural.
El presidente de la sociedad ha comentado que los cazadores siguen denunciando estos hechos ante la Guardia Civil y el 112 y piden que se adopten soluciones a un problema que cada vez va en aumento.
El delegado de la Federación de Caza de Castilla-La Mancha en la provincia de Albacete, Juan de Dios García, ha lamentado que la Confederación Hidrográfica del Tajo (CHT) y el Ministerio de Transición Ecológica (Miteco) sigan si poner remedio a una situación que cada año provoca una verdadera sangría de animales muertos por ahogamiento.
García ha detallado que tanto la CHT como el Miteco son conocedores de esta situación por las denuncias que anteriormente ha hecho esta organización, pero siguen sin tomar las medidas para evitar estos continuos sucesos.
Y ha recordado que esta situación no sólo se vive en un punto del trasvase, sino, en otros muchos a su paso por las provincias de Guadalajara, Cuenca y Albacete.
Los tramos que registran más mortandad son los que transcurren entre las localidades de El Picazo y Casas de Benítez en la provincia de Cuenca, así como entre Villalgordo del Júcar y La Roda, ambos ya en la provincia de Albacete.
En todas estas zonas, ha dicho, aparecen numerosos ejemplares muertos, y si sólo en El Picazado el número de ejemplares muertos en los últimos seis años supera los 200, en el conjunto del trasvase, ha dicho, “la cifra debe es bestial”.
García ha recordado que hace unos meses la Fiscalía General del Estado instaba a la CHT a tomar medidas para acabar con el ahogamiento de fauna en el canal Tajo-Segura.
La Fiscalía había remitido un amplio informe elaborado por la Unidad de Agentes Forestales y Medioambientales que detalla un gran número de medidas a acometer para poner fin a una situación que está provocando la muerte agónica y continua de numerosos animales en la infraestructura.
Esta propuesta se deriva de la denuncia presentada por Fundación Artemisan y la Federación de Caza de Castilla-La Mancha el pasado mes de octubre, entidades que se sentían satisfechas con la decisión de la Fiscalía, puesto que no solo reconoce el problema, sino que además exige a la CHT que se tomen medidas para poner fin a esta situación.
Y ha significado que aunque la Fiscalía no encontraba indicios de responsabilidad penal, considera demostrado que en el canal se vienen produciendo desde hace pocos años múltiples eventos de ahogamiento de fauna silvestre, pese a que la CHT asegura haber realizado actuaciones parciales, que, ha terminado diciendo “son insuficientes a la vista de la cantidad de ahogamientos que siguen produciendo”.
Por todo ello, ha dicho García, la fiscalía proponía más medidas encaminadas principalmente a facilitar conexiones entre los hábitats fragmentados por la infraestructura, que permitan el paso de fauna silvestre y favorezcan la conectividad ecológica.
Finalmente, pedía a la CHT algo que los cazadores también vienen reclamando, como es el contar con otras infraestructuras que faciliten la salida de animales que caigan al canal.