Los vecinos de Turmiel, que respondieron masivamente a la cita, acompañados de una buena representación de manifestantes de Maranchón y otras localidades de la zona, solidarios con la amenaza que se cierne sobre el Valle del Mesa, se congregaron el pasado sábado 21 de junio en la Plaza de España de Maranchón para alzar la voz contra el proyecto de instalación de cinco macrogranjas avícolas industriales en el término municipal. La movilización, convocada por la Asociación Cultural de Amigos y Vecinos de Turmiel y apoyada por la Plataforma para la Defensa del Valle y Hoces del Mesa y Ecologistas en Acción – Guadalajara, convirtió el centro del municipio en un espacio de reivindicación ciudadana en defensa de un modelo de desarrollo rural respetuoso con el entorno.
Durante la manifestación, que recorrió las calles principales del pueblo y que empezó y acabó con una concentración frente al Ayuntamiento, se escucharon consignas como ‘Turmiel no se vende, Turmiel se defiende’. Los participantes reclamaron la paralización inmediata del proyecto, que prevé alojar hasta 600.000 gallinas en un entorno de alto valor ecológico, protegido por la Red Natura 2000 y clasificado como ZEPA.
Los colectivos organizadores alertaron sobre el grave impacto ambiental que supondría esta iniciativa. Denuncian la proximidad de algunas de las granjas a zonas sensibles de cría y vuelo de aves amenazadas como el alimoche, el buitre leonado o el águila real. También subrayan los riesgos para la calidad del agua por posibles filtraciones de nitratos, el aumento del tráfico de vehículos pesados por carreteras estrechas y sinuosas, y la pérdida irreversible del paisaje natural.
Uno de los aspectos más criticados es la fragmentación del proyecto en cinco expedientes supuestamente independientes, lo que en la práctica impide una evaluación ambiental acumulativa y rigurosa. Desde la organización consideran que esta estrategia busca esquivar las exigencias legales y limitar la capacidad de respuesta del territorio afectado.
Durante la marcha se reclamó una transición hacia modelos de desarrollo rural verdaderamente sostenibles, que apuesten por el turismo de naturaleza, la protección de los recursos hídricos y la conservación del paisaje y la biodiversidad. También se destacó el valor astronómico del territorio, recientemente certificado como Reserva Starlight por la calidad de sus cielos oscuros, ahora amenazados por la contaminación lumínica asociada a estas instalaciones.
La manifestación concluyó con la lectura de un manifiesto conjunto y con la colocación simbólica de carteles de denuncia en la pedanía de Turmiel, donde se ubicarían dos de las cinco macrogranjas proyectadas. Estas acciones buscan visibilizar la oposición creciente de la ciudadanía y exigir a las administraciones públicas que actúen con responsabilidad para proteger un patrimonio natural que es de todos.
Los organizadores valoran positivamente la respuesta vecinal y anuncian que esta será solo la primera de varias movilizaciones que se llevarán a cabo en los próximos meses. ‘El Valle del Mesa no se vende, se defiende’, insistieron al finalizar el acto.