Diversas entidades sociales y ecologistas de Naharros y la Serranía de Guadalajara, así como el Ayuntamiento de Naharros, presentan este jueves 11 de mayo, ante la Consejería de Desarrollo Sostenible, sus alegaciones contra la pretensión de abrir una nueva mina en la localidad, por los daños irreversibles que provocaría a la salud de los vecinos , el futuro del pueblo y de la propia Serranía, a la vez que reclaman medidas de apoyo al desarrollo sostenible.
Bajo el lema “Por la supervivencia y desarrollo sostenible de nuestro pueblo, nuestra comarca”, se han unido la Asociación Salvemos Naharros y su Serranía, la Asociación Serranía de Guadalajara, el Ayuntamiento de Naharros y los grupos locales de WWF-España y Ecologistas en Acción Guadalajara.
Las alegaciones se oponen a la pretensión de Cuminer S.A. de abrir una nueva mina a cielo abierto en Sierra Bajera, a sólo 600 metros de Naharros, una explotación que generará polvo de sílice cancerígeno y acabarán con el único patrimonio de la zona: su entorno natural. Ante este despropósito, se han unido entidades de diversas sensibilidades sociales para reclamar a la Administración regional apoyo a programas de desarrollo sostenible, que frenen la despoblación y propicien el bienestar de la comarca.
La pretensión de Cuminer S.A. contradice las recomendaciones de la ONU, la OIT y la UNESCO en materia de desarrollo sostenible y, en este mismo sentido, perjudicaría actuaciones de la propia Junta de Castilla-La Mancha: la declaración del Parque Natural Sierra Norte, la candidatura del Paisaje dulce y salado de Sigüenza y Atienza a Patrimonio Mundial, o el reciente programa de 2023 para que los antiguos pozos mineros de Hiendelaencina se abran al público. Naharros se encuentra en el corazón de este territorio con programas en marcha encaminados a generar un entorno atractivo.
Naharros se encuentra junto a Sierra Bajera, cuya composición geomorfológica está recogida en el catálogo de la Directiva de la UE sobre protección de hábitats singulares, lo que obliga a la Administración a proteger y preservar estas formaciones rocosas silíceas y las plantas que albergan. La nueva mina supondría, además de la destrucción del paisaje, abocar a los vecinos a que respiren polvo de sílice cancerígeno.
Cuminer S.A., que cuenta con 40 años de actividad en la zona, no ha cumplido con su obligación de restaurar la zona afectada por la mina que está en explotación. Las entidades promotoras animan a la ciudadanía a disfrutar de la comarca y a participar en sus actividades de divulgación y conocimiento del entorno, para frenar una agresión que tendría impactos irreversibles.