En la mañana de ayer sábado, más de un centenar de personas se concentraron en la plaza de Santo Domingo de la capital, convocadas por la plataforma ALIENTE en Guadalajara, para alertar sobre el peligro de la avalancha descontrolada de megaproyectos fotovoltaicos y eólicos que amenazan la provincia. Bajo el lema “RENOVABLES SÍ, PERO NO ASÍ”, denuncian la falta de planificación y criterio de las administraciones públicas, que están dejando en manos del oligopolio eléctrico un proceso de transición energética injusto que no tiene en cuenta ni a las personas, ni al territorio y sus necesidades, y que, además, está impulsando una auténtica burbuja especulativa.
Además de realizar una recreación visual y sonora de cómo nuestros campos pueden pasar de albergar una riqueza medioambiental maravillosa a ser invadidos por paneles solares y molinos, con participantes disfrazados de placas fotovoltaicas y al ritmo de tambores, se leyó un manifiesto con el que ALIENTE en Guadalajara quiere hacer llegar a la ciudadanía una triste realidad: que tanto el Gobierno central como el autonómico han optado por un modelo de transición energética, basado en la implantación de grandes parques eólicos y fotovoltaicos, que está provocando la ocupación de miles de hectáreas de suelo rústico con afecciones muy negativas a áreas de alto valor agrícola, cinegético, paisajístico, ecológico, social y cultural; todo ello sin atender a las alegaciones que están presentando organizaciones ambientalistas, plataformas vecinales e incluso ayuntamientos.
Provenientes de distintos puntos de la provincia, en la concentración intervinieron ciudadanas y ciudadanos de manera espontánea, quienes recordaron a la ministra de Transición Ecológica, Teresa Ribera, que la energía limpia no puede justificar la destrucción de nuestros valores ambientales y que no debe cercenar nuestra soberanía alimentaria ocupando miles de hectáreas de terreno fértil agrícola: por ejemplo, sólo en la Campiña existen proyectos fotovoltaicos que van a ocupar una extensión de terreno mayor a la de 6.000 campos de fútbol. Además, que la urgencia ante la guerra de Ucrania no da patente de corso para borrar de un plumazo la participación vecinal o cualquier posibilidad de evaluación ambiental, como así ocurre con el Real Decreto-Ley 6/2022.
Otro modelo es posible
Asimismo, se refirieron a la ministra Ribera como responsable del Reto Demográfico y quisieron dejar claro que con este modelo de colonización energética se está fomentando aún más el abandono del campo y la desigualdad territorial y social, pues pone el territorio en manos de intereses ajenos, como si la principal función de la provincia fuese servir de “colonia energética” para Madrid, mientras que nuestros pueblos languidecen por falta de servicios, trabajo e innovación y ven cómo se debilita aún más su débil tejido social y productivo; además de afectar gravemente a la biodiversidad de la provincia, cuya defensa es uno de los pilares básicos de la Ley de Transición Energética.
En este sentido, se volvió a transmitir el mensaje de que existen otros modelos, como el fundamentado en una planificación rigurosa y científica, con criterios de equilibrio territorial y medioambiental. Y, sobre todo, un modelo basado en el autoconsumo, en el ahorro y la eficiencia energética, en fomentar y dar un impulso decidido a las comunidades energéticas y a las plantas de pequeño y mediano tamaño. En definitiva, RENOVABLES SÍ, PERO NO ASÍ.